SANTA CRUZ, domingo, 10 diciembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el «Llamamiento a la vida, la paz y la unidad» difundido el jueves por el cardenal Julio Terrazas Sandoval –arzobispo de Santa Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB)- sobre la situación actual del país.
* * *
Las tensiones que se están viviendo en Bolivia, especialmente en nuestra región oriental, me cuestionan como Pastor, llamado por el Señor a ser el servidor de todos. Día que pasa, los ánimos se van exacerbando, la inseguridad y el miedo en la población crecen y existe el riesgo de que desborden en conflictos que podrían traernos división, dolor y muerte.
Detrás de estos conflictos, subyacen causas históricas y estructurales, agravadas por la crisis de valores, que hemos intentado superar con el proceso de cambio logrado a través de acuerdos políticos importantes, como la concreción de la Asamblea Constituyente y las Autonomías Departamentales.
En la Asamblea Constituyente los bolivianos hemos visto “una gran oportunidad de apertura a la esperanza… que nos mueva a tender puentes de encuentro y reconciliación, de diálogo, transparencia y búsqueda de consensos indispensables para una democracia verdadera.” (Cfr. 3, Mensaje CEB, Marzo 2006). Hoy su realización está en peligro. Es imprescindible y urgente no comprometer y defraudar esa esperanza.
Por eso, la Asamblea Constituyente debe volver a ser el espacio de articulación de un verdadero Pacto Social, en que las organizaciones políticas:
- Coloquen a Bolivia por encima de intereses particulares.
- Tomen libremente las decisiones según su conciencia, antes que consignas de cualquier índole.
- Actúen en base al juicio razonable de lo bueno y posible, superando posiciones extremas.
- Busquen los puntos de encuentro y unidad, antes que las diferencias que dividen.
- Respeten a los que piensan diferente y flexibilicen posiciones, porque en política nadie es dueño de la verdad.
Con la mirada puesta en el Señor, tengo la confianza de que, como en anteriores situaciones difíciles del país, el carácter pacífico de nuestro pueblo boliviano sabrá hacer valer la cordura y la razón sobre la irracionalidad e intransigencia. Esta esperanza se afianza aún más en este tiempo del Adviento en el que nos preparamos a celebrar con gozo la Navidad, fiesta en la que el Salvador, nos trae vida, paz y unidad.
En nombre de Dios, hago un vehemente llamado a todos los ciudadanos, en especial a quienes están con responsabilidades de gobierno, así como a las entidades cívicas y sociales, para que se comprometan a garantizar el ejercicio de las libertades públicas y los derechos fundamentales, vencer la desconfianza mutua, desterrar el recurso a toda clase de violencia, y volver a la cordura, al diálogo sincero y constructivo, con miras al bien común.
La Fiesta de la Mamita de Cotoca que iniciamos hoy, sea la oportunidad privilegiada para comprometernos con todas nuestras fuerzas a la oración y, bajo su protección, promover la vida, la paz, y la unidad de nuestro país.
Santa Cruz, 7 de diciembre de 2006
Cardenal Julio Terrazas Sandoval, cssr.
Arzobispo de Santa Cruz y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana
Llamamientos a mayores ayudas
Según el filósofo Rodrigo Guerra López, director del Observatorio Social del CELAM
Del obispo Amédée Grab, OSB