Sus palabras, pronunciadas desde la ventana de su estudio, fueron escuchadas en la plaza de San Pedro del Vaticano por numerosos niños y muchachos de Roma, que cumplían con su visita al Papa con una antigua tradición.
Como el mismo Papa explicó, vinieron «con sus familiares y educadores para la bendición de las figurillas del Niño Jesús, que pondrán en los belenes de sus casas, de las escuelas y de las parroquias».
Se trata de una iniciativa que organiza todos los años el Centro de Parroquias de Roma.
«¡Queridos muchachos, ante el belén, rezad también a Jesús por las intenciones del Papa!», les pidió. «¡Os doy las gracias y os deseo una feliz Navidad!».