Durante la programación en estas cadenas, se recordará que «los cristianos son objetivo continuo del terror en todo Irak», según explica AIN, que muestra también que al millón de cristianos que puede haber salido del país «habría que añadir los que dejan sus hogares para desplazarse al norte, al Kurdistán iraquí y Nínive, zona limítrofe que está protegida por las fuerzas de seguridad del Kurdistán».
«Las necesidades de estas familias son numerosas, aunque en estos momentos, y en plena estación invernal, la Iglesia Católica pretende solventar las necesidades básicas de esta pequeña comunidad que, tan sólo por profesar la fe cristiana, se ha visto obligada a refugiarse en su propio país», subraya AIN.
El objetivo es ofrecer a cada familia «un calentador de queroseno, un barril de queroseno, una cesta de comida básica para 3 meses, utensilios de cocina y toallas». En total el programa de ayuda a los cristianos de Irak quiere cubrir las necesidades básicas de al menos mil familias.
El otro proyecto que se inserta en esta campaña navideña es el traslado del Seminario Mayor San Pedro y la Facultad de Teología al Kurdistán. Un seminario donde se forman los aspirantes a sacerdotes caldeos y sirio-católicos.
En los últimos meses, la zona donde se encuentra el Seminario «ha sido poco a poco tomada por miembros radicales de Al Qaeda», por lo que «la posibilidad de que los seminaristas y estudiantes de Teología sufrieran ataques radicales era muy elevado», sostiene AIN.