CARACAS, jueves, 21 diciembre 2006 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) hizo pública ayer una carta dirigida al reelegido presidente Hugo Chávez en la que le solicita que no imponga en el país un modelo socialista que se oriente hacia el «totalitarismo» o la «filosofía marxista», sino que esté abierto a la religión, informó el secretario general de la CEV, monseñor Ramón Viloria.
En la misiva, la Conferencia Episcopal solicita un encuentro con el jefe de Estado.
La carta, enviada el pasado 15 de diciembre, le planteaba a Chávez que la Iglesia en Venezuela aspira a que el modelo de socialismo que lleve adelante en el país sea ajeno al «capitalismo salvaje y la ideología marxista y estatista, cuyos resultados han sido negativos en los países en los que se aplicó».
Monseñor Viloria, dijo, al leer la carta, que las autoridades eclesiásticas deseaban que el modelo socialista que se aplique en Venezuela sea «una vía de transformación del país, abierta a la trascendencia y a la religión, promotora de la inclusión de todos los venezolanos por la vía del diálogo».
«Esperamos que este socialismo, que todavía no se ha definido, no vaya por ninguna de esas líneas: una línea de un totalitarismo, de una visión estatista… de ocupar todos los espacios; y mucho menos inspirado en la filosofía marxista», declaró por su parte a la prensa el cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas y presidente de la CEV.
El purpurado admitió que existía la preocupación en la cúpula eclesiástica por la «posible politización o ideologización de la educación» en Venezuela.
La CEV señala en la carta que espera que la nueva ley orgánica de educación «responda a la amplitud democrática que anima la Constitución», y no a una «visión estatista, politizada y además excluyente de la religión».
La Asamblea Nacional, que es controlada en su totalidad por diputados oficialistas, deberá discutir próximamente un proyecto de ley de educación. Algunos altos funcionarios del gobierno de Chávez han planteado que se debería excluir de la enseñanza regular la religión católica, lo que obviamente ha sembrado la preocupación en la Iglesia.
Concretamente, la Iglesia propone que sea la familia quien controle el tipo de educación que recibe el alumno y que el Estado se limite a procurarla y orientarla. Asimismo, destaca la necesidad de que se conserve la enseñanza religiosa en las instituciones educativas.
El cardenal Urosa hizo una exhortación a Chávez a que otorgue «medidas de gracia» o pida que agilicen los procesos de las personas que están detenidas por hechos políticos. Sostuvo que esos beneficios para los detenidos serían «una señal inequívoca de apertura».
El purpurado declaró que es necesario que haya una reconciliación efectiva de todos los venezolanos y que se respete a las minorías.