CIUDAD DEL VATICANO, martes, 28 agosto 2007 (ZENIT.org).- Más de la mitad de la superficie de Bangladesh y amplias regiones de la India permanecen bajo las aguas un mes después de las intensas lluvias monzónicas que azotan toda la región desde finales de julio.
«Las Cáritas locales han manifestado sus temores de que la ya de por sí precaria situación de los más de 30 millones de desplazados a causa de las inundaciones pueda empeorar aún más si persisten las precipitaciones», explica Cáritas en un comunicado enviado a Zenit.
Según las últimas cifras aportadas por las Cáritas de la zona, los monzones se han cobrado 1.800 vidas en la India, más de 150 en Bangladesh y casi un centenar en Nepal.
«Muchas familias todavía no han recibido ningún tipo de ayuda y siguen viviendo en las calles, bajo los árboles o acogidos por otras personas en sus casas», ha señalado Denis Baskey, director regional de Cáritas Rajshahi en Bangladesh.
«Necesitan urgentemente comida, agua, medicinas… Su situación es desesperada», ha añadido.
Las Cáritas de la India, Pakistán, Nepal y Bangladesh han redoblado sus programas de respuesta a la emergencia causada por los monzones para poder prestar ayuda humanitaria al mayor número posible de personas desplazadas, a pesar de las graves dificultades a las que se enfrentan los trabajadores y voluntarios de Cáritas para acceder a muchos de los damnificados.
«Los pueblos de los alrededores de Darnhanga, en Bihar, son como islas en medio del océano», explica Varghese Mattamana, director ejecutivo de Cáritas India, quien indica, además, «que no hay suficientes embarcaciones disponibles para acceder a las aldeas más remotas y pueden pasar varios meses antes de que el nivel del agua descienda».
Los principales retos a los que se enfrentan ahora las Cáritas locales es el aumento de afecciones respiratorias, diarreas e infecciones cutáneas entre los desplazados. Además, la pérdida de las cosechas ha supuesto un serio golpe para la subsistencia de millones de personas que dependen de la agricultura y que se enfrentan ahora a la imposibilidad de poder sembrar de nuevo debido a la inundación de los terrenos.
Para hacer frente a las ingentes necesidades de esta emergencia, Cáritas Internacional ha lanzado a todas las Cáritas del mundo un llamamiento de ayuda económica por valor de 6 millones de dólares para apoyar el trabajo de las Cáritas locales.
Cáritas India está prestando apoyo a unas 5.000 familias en las diócesis de Bettiah y Muzaffarpur, en Bihar. Además, está presentando asistencia sanitaria ambulante en las zonas afectadas gracias a una red de clínicas móviles y está a punto de poner en marcha un plan de vacunación y de distribución de mosquiteras para prevenir los casos de malaria. Cáritas India ha diseñado un plan de emergencia por importe de 2 millones de dólares para garantizar las necesidades básicas de 45.000 familias de desplazados en diez Estados afectados por las lluvias.
En Bangladesh, donde los monzones han provocado el desplazamiento de 10 millones de personas, la Cáritas nacional ha solicitado a la red internacional de Cáritas fondos por valor de 1,5 millones de dólares para financiar los programas de ayuda humanitaria a 10.000 familias. Este llamamiento supone una ampliación de la petición inicial de 800.000 dólares.
La Cáritas Paquistaní, que ha lanzado una petición de ayuda por importe de 1 millón de dólares, está prestando ayuda de emergencia a 6.000 familias en las provincias de Beluchistán y Sindh. Hasta el momento ha instalado 600 letrinas de emergencia en las zonas afectadas, ha construido otras 500 y ha distribuido 1.000 lotes de primera necesidad.
En Nepal, la Cáritas local está prestando asistencia humanitaria a 10.000 familias, Para ello, ha pedido a la red internacional de la organización medio millón de dólares, con objeto de garantizar a los damnificados en 27 distritos del país el acceso al agua potable, alimentos y medicinas.