CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 12 mayo 2008 (ZENIT.org).- Si Israel logra la paz con los palestinos será para todo el mundo «luz de las naciones», aseguró Benedicto XVI este lunes al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de ese país ante la Santa Sede, Mordechay Lewy.
En el discurso que entregó en inglés al diplomático, aseguró que «la Santa Sede reconoce el derecho legítimo de Israel a la seguridad y a la propia defensa y condena firmemente cualquier forma de antisemitismo».
Además, siguió diciendo, «sostiene que todos los pueblos tienen derecho a que se les concedan las mismas oportunidades para desarrollarse».
Por tanto, pidió al gobierno israelí «que haga todos los esfuerzos posibles para aliviar las dificultades que sufre la comunidad palestina, dándole la libertad necesaria para llevar a cabo sus actividades legítimas, incluyendo el acceso a sus lugares de culto, para que disfruten de una mayor paz y seguridad».
El Santo Padre reconoció que «estos temas sólo pueden afrontarse en el contexto más amplio del proceso de paz en Oriente Medio».
Por eso, apoyó el compromiso expresado por el Gobierno de Israel de «continuar con el impulso que se ha vuelto a activar en Annapolis» y pidió «que las esperanzas y las expectativas suscitadas en aquella sede no sean decepcionadas».
«Es necesario recorrer toda senda diplomática y prestar atención a las más tenues señales de diálogo o deseo de reconciliación si se quieren resolver añejos conflictos», alertó.
«Cuando todas las personas de Tierra Santa vivan en paz y armonía, en dos estados soberanos independientes, el beneficio para la paz del mundo será inestimable e Israel será realmente «luz de las naciones»», afirmó el Papa citando la expresión bíblica en hebreo.
«Un luminoso ejemplo de resolución de conflictos que el resto del mundo podrá seguir», remachó.