LIMA, miércoles, 21 mayo 2008 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Peruana ha hecho pública una nota en la que manifiesta su oposición a la promulgación de una ley que da mayores facilidades para el divorcio.
La ley número 29227 recién promulgada, que permite a los peruanos divorciarse en tres meses en los municipios o notarías, y no tener que esperar más de dos años para que el Poder Judicial apruebe la separación legal, levantó polémica en Perú y críticas duras de la Iglesia Católica.
«Ante la publicación en el Diario Oficial El Peruano, de la Ley que oficializa el divorcio rápido en nuestro país –afirma la nota de los obispos–, la Conferencia Episcopal Peruana lamenta la decisión del Gobierno Peruano, de aprobar políticas que facilitan y ayudan a la desintegración de las familias».
«Mientras en el país se vive un crecimiento económico y material –añade–, es triste que el Gobierno ratifique una ley que permite la disolución de las familias por un camino rápido, que en nada las beneficia sino por el contrario las debilita y propicia su ruptura, en perjuicio de la niñez y la juventud que crecerán con el modelo y constitución del matrimonio como temporal, pasajero y circunstancial, lejos de los valores trascendentes de amor, unidad y estabilidad que deben cimentar el matrimonio entre un hombre y una mujer».
Los obispos peruanos expresan su esperanza de que «el Gobierno del Perú se preocupe asimismo en concebir y aprobar leyes en favor de la familia, que la protejan y la orienten hacia caminos de integración, de educación y de éxito en el amor mutuo, de tal forma que puedan garantizar la constitución de hogares, verdaderas células de vida de la sociedad peruana».
La Conferencia Episcopal Peruana, concluye la nota, «invoca a las autoridades a no perder de vista el bienestar y desarrollo de todos los miembros de la familia y garantizar su estabilidad».