QUITO, martes, 29 julio 2008 (ZENIT.org).- Según los obispos de Ecuador, el proyecto de Constitución que será sometido a referéndum en septiembre «vulnera principios no negociables»
Los obispos de Ecuador emitieron este lunes un comunicado tras al aprobación por parte de la Asamblea Constituyente de Ecuador del proyecto de la que podría ser la futura carta magna del país (Cf. Zenit, 28 de julio de 2008).
Desde un inicio, aclaran que «no nos corresponde como obispos asumir una actitud política. Nos corresponde, en cambio, iluminar las conciencias de los católicos con la doctrina del Evangelio para que tomen una decisión responsable y en conciencia, ante Dios y la sociedad».
La Asamblea Constituyente aprobó de forma definitiva el proyecto analizado por los prelados que deberá someterse a un referendo el próximo 28 de septiembre.
Los obispos, si bien perciben en la nueva Constitución algunos enunciados generosos sobre «la centralidad de la persona entre los fines de la sociedad, en la economía, la educación y la salud, con énfasis en la promoción de los pobres», echan de menos «la mención de los procesos para la lucha contra la pobreza y la corrupción».
Pero sobre todo el problema mayor se plantea en algunos enunciados fundamentales como son los que se refieren al aborto, la familia, la educación y la libertad religiosa.
Y estos principios, dicen citando a Benedicto XVI, son «no negociables».
Su desacuerdo se basa cuatro puntos fundamentales, «sabiendo que éste rechazo es compartido con más de 800.000 firmas entregadas a la Asamblea Constituyente y también por los hermanos cristianos evangélicos y otros ecuatorianos de buena voluntad».
Su primer punto de desacuerdo es que la persona humana existe antes que el Estado, es decir que «es el Estado el que está al servicio de la persona y de la sociedad y no las personas y la sociedad al servicio de Estado», algo que no queda clara en la nueva Constitución.
El segundo punto de desacuerdo para los obispos es que en el texto constitucional «no se reconoce claramente el derecho a la vida desde la concepción», pues «sin mencionar el término «aborto», el proyecto constitucional deja la puerta abierta a la supresión de la nueva criatura en el seno de la madre».
En tercer lugar, dicen, «se atenta en contra de la familia como célula fundamental de la sociedad y del bien común», dado que en la nueva Constitución «se desdibuja la familia, cuando rechaza la existencia de la «familia tipo», para sustituirla con distintos «tipos de familia». De ahí se pasa a equiparar a la familia la unión de personas del mismo sexo».
En cuarto lugar, los obispos expresan su desacuerdo en materia de la educación, pues «el derecho de los progenitores y el reconocimiento de la libertad de enseñanza vienen contradichos cuando el Estado se arroga el derecho de determinar lo que se tiene que enseñar y lo que se tiene que ignorar».
«Bajo la afirmación de que la educación es un servicio público, se considera la educación particular y fiscomisional como una mera concesión del Estado y no como una expresión del derecho de los padres de familia», dice el documento.
Según los obispos, este análisis no agota los puntos que son de importancia para una conciencia cristiana, por ello «es preciso que cada ciudadano con derecho al voto profundice sobre estas y otras razones, implorando la sabiduría divina».
El comunicado concluye recordado a todos los ciudadanos que en el referéndum serán «tan responsables como los propios legisladores respecto de las estructuras jurídicas y sociales que regirán al Ecuador del futuro».