CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 3 septiembre 2008 (ZENIT.org).- Al recomenzar el curso tras las vacaciones del verano boreal, Benedicto XVI recomendó este miércoles, en especial a los jóvenes, vivir la vida cotidiana en diálogo íntimo con Dios.
Al despedirse de los miles de peregrinos congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa concluyó la audiencia general con unas palabras dirigidas a los jóvenes, enfermos y recién casados.
«Queridos jóvenes –dijo–, al retomar tras las vacaciones las acostumbradas actividades cotidianas, regresad al ritmo regular de vuestro diálogo íntimo con Dios, difundiendo con vuestro testimonio su luz a vuestro alrededor».
Luego, dirigiéndose a los enfermos, les aseguro que podrán encontrar «apoyo y consuelo en Jesús, que continua su obra de redención en la vida de cada hombre».
Por último, se dirigió a los recién casados, algunos venidos con trajes de bodas, para exhortarles a «mantener un contacto constante con el Señor que da la salvación a todos» y les alentó a recurrir «a su amor para que también el vuestro sea cada vez más firme y duradero».
