CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 8 septiembre 2008 (ZENIT.org).- En un mensaje dirigido a toda la red internacional de Cáritas, el padre Serge Chadic, director general de Cáritas Haití, asegura que «la situación en el país es desesperada».
«Las últimas tormentas han dejado a la gente sin nada y necesitamos ayuda exterior». «Los damnificados –añade– precisan comida, abrigo y agua. En un país ya asolado por los conflictos y la escasez de alimentos, hacemos un llamamiento a la solidaridad activa de todas las Cáritas hermanas, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que aporten una ayuda moral y económica a Cáritas Haití».
El inicio de la temporada de huracanes en el caribe está siendo devastador para la isla de La Española, especialmente para Haití, que, cuando aún no había logrado recuperarse de los daños causados por las tormentas del año pasado, ha vuelto a ser golpeado en las últimas semanas por los huracanes «Fay», «Gustavo» y «Hanna», a los que, en las últimas horas, se ha sumado el paso del huracán «Ike» y que, según las primeras informaciones, ha resultado más destructivo que los tres precedentes.
El pasado sábado, evaluaba en 25.000 el número de damnificados que se habían perdido sus hogares y que estaban acogidos en albergues temporales. Los efectos de los últimos huracanas han sido especialmente intensos en la diócesis de Gonaïves, adonde la Cáritas local envió la pasada semana dos camiones con comida y productos de primera necesidad. En esa ciudad, las instalaciones del obispado se han transformado en un centro temporal de acogida para 500 damnificados.
En un trabajo contra reloj para dar respuesta a esta emergencia, Cáritas Haití ha preparado un plan de respuesta por importe de 2,5 millones de euros para distribuir ayuda humanitaria a 20.000 personas, levantar cinco campos de acogida e iniciar la reconstrucción de viviendas.
Junto a una adversa climatología, Haití vive en la actualidad una situación de alto riesgo caracterizada por un estancamiento económico y un alarmante deterioro de la situación de las familias, que originó el pasado mes de abril los violentos incidentes a causa de la falta de los alimentos. La tasa del desempleo ronda el 70% y la agricultura, uno de los sectores básicos de la economía haitiana, no es capaz de garantizar actualmente la seguridad alimentaria del país.
Cáritas Española ha decidido responder al llamamiento de Cáritas Haití mediante el envío inmediato de 100.000 euros, que se destinarán a prestar ayuda de emergencia a los damnificados –distribución de alimentos, agua potable y productos de higiene, junto a proyectos de rehabilitación de viviendas, de recuperación agrícola y de apoyo psicosocial– en las diócesis de Puerto Príncipe, Port de Paix, Gonaïves, Hinche, Jacmel y Cayes.