PARÍS, sábado, 13 septiembre 2008 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que dirigió Benedicto XVI en la noche de este viernes desde la ventana de la nunciatura de París a un grupo de jóvenes.
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¡Vuestra acogida tan cordial conmueve al Papa! Gracias por haberme esperado aquí a pesar de ser tan tarde y de forma tan entusiasta.
Estos próximos días en París y Lourdes me proporcionan ya mucha alegría. Doy gracias al Señor que me ha concedido realizar este primer viaje pastoral a Francia como Sucesor de Pedro y encontrar una respuesta tan estimulante entre los fieles.
Estoy feliz de sumarme mañana a la multitud de peregrinos de Lourdes para celebrar el Jubileo de las apariciones de la Virgen. Los católicos en Francia necesitan más que nunca renovar su confianza en María, reconociendo en Ella el modelo de su compromiso al servicio del Evangelio. Pero antes de partir hacia Lourdes, os espero a todos mañana por la mañana para celebrar la Eucaristía en la explanada de los Inválidos.
Cuento con vosotros y con vuestras oraciones para que este viaje dé fruto. Que la Virgen os guarde. De todo corazón, os imparto la Bendición Apostólica.
[Traducción del original en francés distribuida por la Santa Sede.
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