ROMA, jueves, 8 de enero de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI celebrará en la basílica de San Pedro del Vaticano, el sábado 10 de enero, los cuarenta años del inicio del Camino Neocatecumenal en Roma.
Según informa un comunicado enviado a ZENIT por esta realidad eclesial, en el acto los iniciadores Kiko Argüello, Carmen Hernández, y el padre Mario Pezzi, presentarán al Papa la primera comunidad del Camino en la ciudad eterna, nacida en la parroquia de los Santos Mártires Canadienses, formada por 49 personas, con unos cien hijos.
Junto a ésta, explica la nota, ofrecerán al Papa «los frutos que el Espíritu Santo ha suscitado en estos años a través del Camino Neocatecumenal en beneficio de toda la Iglesia, sobre todo en vista de la Nueva Evangelización».
El Camino Neocatecumenal comenzó, en Italia, en 1968, «en un momento de gran crisis para la sociedad y, en particular, para el mundo católico», sigue recordando.
Kiko y Carmen, llegaron a Roma invitados por Don Dino Torreggiani, un presbítero de quién está en curso la causa de beatificación y que se ocupaba sobre todo de la pastoral de los marginados, de los gitanos y de los emigrantes.
Don Dino había visto en la experiencia de Kiko y Carmen en Madrid una respuesta a la necesidad de evangelizar a los alejados. «Después de haber hablado con algunos párrocos y de ser rechazados, Kiko se fue a vivir, al igual que hiciera en España, a una barraca en medio de los más pobres en el Barrio Latino», sigue explicando el comunicado emitido por el Camino.
El encuentro con un grupo de jóvenes que cantaban en una Misa en la parroquia de los Mártires Canadienses le llevó a iniciar las catequesis en aquella parroquia, donde el 2 de noviembre de 1968 nació la primera Comunidad Neocatecumenal de Italia.
«Así, mientras en Italia y en el mundo las manifestaciones y ocupaciones del movimiento estudiantil se sucedían sin tregua y el marxismo parecía casi una verdad absoluta demostrada en la historia, un pequeño germen que no anunciaba la violencia revolucionaria sino el amor al enemigo se introducía, en silencio y, providencialmente, en la misma Roma».
«Desde Roma –la diócesis donde el Camino Neocatecumenal está más difundido en el mundo– el Camino Neocatecumenal se ha extendido por toda Italia donde hoy hay 5000 comunidades, con un total de cerca de 200.000 personas, sin contar los hijos, que como se sabe, en la comunidad, son muy numerosos».
Desde Roma después han salido también muchos de los equipos itinerantes, que en pocos años han llevado el camino a 120 países en 5 continentes, formando 20.000 comunidades en más de 5.500 parroquias.
Todo esto se ha podido realizar gracias y sobre todo al apoyo primero del Papa Pablo IV, después de Juan Pablo II y más recientemente de Benedicto XVI.
En la primera audiencia en 1974, el Papa Pablo VI saludó a las comunidades neocatecumenales con estas palabras: «¡Estos son los frutos del Concilio! Y esto es algo que nos consuela enormemente. Vosotros hacéis después del Bautismo lo que la Iglesia hacia antes: el antes o el después es lo secundario, el hecho es que vosotros miráis la autenticidad, la plenitud, la coherencia, la sinceridad de la vida cristiana. Y esto es un mérito muy grande, que nos consuela enormemente…».
Juan Pablo II visitando las parroquias de Roma, y hablando con los párrocos y vicarios parroquiales, tuvo la oportunidad de conocer a fondo los frutos del Camino Neocatecumenal, sobre todo de tanta gente alejada de la fe que, gracias a este camino, estaba volviendo a la Iglesia y en la carta Ogniqualvolta de 1990 reconocía el Camino como «un itinerario de formación católica valido para la sociedad y para los tiempos de hoy».
«Recientemente Benedicto XVI – que había conocido el Camino cuando era profesor en Tubinga a través de algunos estudiantes y, favorablemente impresionado, había ayudado a introducir esta experiencia en Alemania – ha guiado el proceso que ha llevado recientemente a la aprobación definitiva de los Estatutos», explica el Camino.
«Ya cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Ratzinger examinó a fondo los contenidos teológicos de las Catequesis Kerigmáticas, así como algunos pasos del Neocatecumanado, y en el 2003 comunicó la aprobación definitiva al Consejo Pontificio de los Laicos».
En junio de 2008 los Estatutos recibieron su aprobación definitiva y el Camino ha sido reconocido como «una modalidad de realización diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente de la fe», («Estatuto del Camino Neocatecumenal, art.1).
En el encuentro se le presentarán al Santo Padre las 14 Comunidades de Roma (cada una formada por 30-60 personas) que han terminado la etapa Neocatecumanal y que, de acuerdo con los párrocos y con cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la diócesis, están preparadas para partir como «communitates in missionem» (comunidades en misóin) a las zonas más difíciles y secularizadas de la periferia de Roma, en ayuda de los párrocos.
«Es la primera vez en la historia de la Iglesia que salen en misión no individuos o familias, sino comunidades enteras que han hecho juntas un largo camino de fe. En la Iglesia primitiva el cristianismo no se conocía a través de un templo o de unos ritos, sino a través de una comunidad concreta que daba el signo de la unidad», indica.
Se presentarán también al Papa catorce «missio ad gentes«, a requerimientos de diversos obispos para inaugurar la nueva evangelización en zonas secularizadas de grandes ciudades –como Colonia, Budapest, Viena, Estocolmo, Nueva York… o en zonas marginales– como entre los aborígenes australianos o Las Antillas.
Siete misiones estarán destinadas a Europa, dos a América, tres a Oceanía y tres a India. Cada «missio» está compuesta por un presbítero, cuatro familias con muchos hijos y dos hermanas que ayudan a las familias, en total 40-50 personas.
Estas catorce «missio» se añaden a las primeras siete enviadas por el Papa en enero de 2006 y que llevan dos años en misión en Chemnitz, (antigua Karlmarxstadt), en la periferia de Amsterdam y en la zona meridional de Francia.
Las 212 nuevas familias que con sus hijos (cerca de mil) serán enviadas, por todo el mundo, para sostener la Implantatio Ecclesiae a petición de los obispos y que se añaden a las otras 500 familias con 2.500 hijos que ya están en misión desde hace años.
Esta experiencia la inauguró Juan Pablo II cuando voló en helicóptero al Centro Neocatecumenal de Porto San Giorgio (Italia) y, al final de una intensa celebración eucarística envió las primeras 100 familias en misión por todo el mundo.
El Papa saludará también a 700 itinerantes que, partiendo de Roma y de Madrid han abierto el Camino Neocatecumenal en 120 países en cinco continentes.
Se le presentarán al Santo Padre, además, 18.000 hermanos de las 500 comunidades de Roma, presentes en 103 parroquias, con sus párrocos y presbíteros
Después de una breve presentación y del canto del Evangelio sobre el envío de los 72 discípulos, el Santo Padre dirigirá su palabra a la asamblea.
Los 14 responsables de las «Communitates in missionem» recibirán entonces la cruz de la misión del Santo Padre, que hará una oración de envío recordando la experiencia de la Iglesia de los orígenes, «la cual enviaba algunos de sus hijos no sólo a confirmar en la fe a los propios hermanos, sino a anunciar con franqueza apostólica el Evangelio a los pueblos que aún no conocían a Cristo» e invocando la ayuda del Señor a fin de que mande «operarios, para que sea anunciado el Evangelio a todo criatura».
La celebración terminará con el solemne canto del Te Deum y la bendición apostólica. Se prevé la participación de unas 25.000 personas
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