MADRID, viernes 13 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- Casi medio millón de españoles más marcó la casilla a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta el año pasado, según ha revelado hoy la Conferencia Episcopal Española. En total, un aumento de contribuciones de un 0,93% más que en el año anterior.
Se trata de un dato muy positivo, teniendo en cuenta que se trataba del primer ejercicio fiscal en que la Iglesia dejaba de contra con el mínimo compensatorio garantizado que procedía de los presupuestos estatales, y pasaba a depender solo del dinero que los contribuyentes decidiera dar a través de sus impuestos.
A cambio, subía en casi dos décimas (del 0,52 al 0,7%) el porcentaje destinado a la asignación tributaria, pero desaparecía la exención de pagar el IVA.
Gracias a esta subida y al aumento del número de contribuyentes, la Conferencia Episcopal estima que este año recibirá 241,3 millones de euros, un 38,8% más que el año anterior.
En la valoración de estos datos, la Conferencia Episcopal apunta que este aumento «permitirá mantener el sostenimiento de las actividades básicas de la Iglesia en niveles de eficiencia y austeridad semejantes a los que han venido siendo habituales hasta ahora».
«Sopesando todos los factores en juego, no se dispondrá, por este capítulo, de muchos más recursos, pero parece que se puede esperar que tampoco sean muchos menos», advierte el comunicado, ya que hay que tener en cuenta el aumento de la carga impositiva.
«Las otras formas de colaboración al sostenimiento de la Iglesia, como son las colectas, las suscripciones, etc., continuarán siendo absolutamente indispensables», advierten los obispos.
Dar a conocer la labor de la Iglesia
Respecto a la causa de este aumento de los contribuyentes, la Conferencia Episcopal señala como factor importante «la campaña de comunicación realizada el curso pasado en orden a dar a conocer mejor la relevancia de la presencia y de las actividades de la Iglesia en nuestra sociedad».
«Los resultados han sido esperanzadores», explica el comunicado hecho público hoy, ya que «es posible hacer conocer mejor a muchos lo que la Iglesia hace por tantos».
Los responsables de economía esperan que «gracias a próximas campañas, y a la mejor información al respecto, sean todavía muchos los católicos y los contribuyentes que aprecian la labor de la Iglesia los que sepan que marcar la casilla no cuesta nada y que, sin embargo, rinde mucho».
«La labor religiosa y espiritual de la Iglesia, ya de por sí de gran significado social, lleva siempre consigo otras funciones sociales»,l entre ellas «la enseñanza; la atención multiforme a los niños, los ancianos, los discapacitados; la acogida de los inmigrantes; el socorro personal e inmediato a quienes la crisis económica ha puesto en dificultades; los misioneros en los lugares más pobres de la tierra: todo ello surge de las vidas entregadas y de la generosidad suscitada en quienes han encontrado su esperanza en la misión de la Iglesia».
Por Inma Álvarez