CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 16 de febrero 2009 (ZENIT.org).- Como una relación de simbiosis, de dependencia entre la ciudad de Roma y el Estado Vaticano. Así lo calificó el profesor francés Jean Dominique Durand en su conferencia «Las dos ciudades: Roma y el Estado Vaticano».
La charla se realizó dentro del congreso «Un pequeño territorio para una grande misión», a propósito de los 80 años del nacimiento del Estado Vaticano, que se llevó a cabo del 12 al 14 de febrero en el Aula Nueva del Sínodo.
El profesor Durand, filósofo y economista, es docente de Historia en la Universidad Estatal y presidente de la Fundación «Fourvière» de Lyón, Francia. El mes pasado el Papa Benedicto XVI lo nombró consultor del Pontificio Consejo para la Cultura.
ZENIT habló con él a propósito de su conferencia en la que hizo un recorrido por la historia del Estado Vaticano, su dependencia del estado Italiano y su relación con Roma en estos 80 años de independencia.
—¿Cómo veía Roma el Vaticano antes de 1929?
–Profesor Durand: La ciudad de Roma no veía al Vaticano de una manera física, porque el Vaticano estaba en el límite de la ciudad. En aquel momento, toda la urbanización de la Aurelia (un barrio que se encuentra detrás de la Santa Sede) no había sido construida. Entonces Roma terminaba prácticamente en el Vaticano. Además la vía de la Vía de la Conciliación (la que va desde el río Tíber hasta la Plaza de San Pedro) no existía. Hay que imaginarse cómo era. No era visible. Un historiador italiano dice que para los romanos el Palacio del Quirinal [antigua residencia de los papas y actual residencia del presidente de Italia, NDE.] o el Capitolio [sede del ayuntamiento de Roma, NDE.] eran más importantes que el mismo Vaticano. Todo cambia con la creación de la Vía de la Conciliación. La urbanización de la Ciudad del Vaticano hace de ella una parte central de la ciudad. Ahora hay una visibilidad del Vaticano que no se daba antes de los años treinta.
—Durante estos 80 años de historia, ¿cómo ha sido la relación entre Roma y el Estado Vaticano?
–Profesor Durand: Roma es una ciudad santuario. Es decir, el carácter religioso no se reduce sólo al Vaticano, al Estado del Vaticano, ni siquiera en el sentido amplio. Toda la ciudad se convierte, con tantos lugares importantísimos para la memoria cristiana, en una ciudad santuario. Pensemos, por ejemplo en las catacumbas. Esta ciudad atrae por esta razón a millones de peregrinos. Es necesario agregar todavía la presencia permanente en Roma de tantos religiosos, jóvenes que vienen a hacer sus estudios en las universidades pontificias, los seminaristas, los profesores, la curia romana, las casas generales de las congregaciones religiosas, etc. No es sólo la presencia de peregrinos sino también una presencia permanente. Es necesario evocar también la internacionalización de la curia, que es una presencia muy importante para la ciudad de Roma.
–La situación de Roma en la Segunda Guerra Mundial ha sido sumamente mencionada en las diferentes ponencias de este congreso. ¿Cuál fue el papel del Vaticano como Estado, sobre todo en la ayuda hacia los habitantes de Roma?
–Profesor Durand: Tuvo un papel muy importante de protección de la población. El Papa Pío XII fue de verdad el defensor de la ciudad de Roma contra los bombardeos al declarar y reconocer a Roma como ciudad abierta. El Vaticano fue protector de la población en un momento en el que el Gobierno Italiano no estaba presente. El Rey había huido, había dejado Roma y Roma estaba bajo una ocupación terrible por parte de los alemanes. Aquí en el Vaticano organizaron a distribución de la comida, la protección de los refugiados y la protección de los perseguidos.
—En uno de los puntos de su ponencia usted se refirió a la labor del Vaticano para «hacer que Roma sea católica». ¿Cómo cree que la Ciudad del Vaticano puede contribuir e la evangelización de la Ciudad Eterna?
–Profesor Durand: El Papa no es sólo el pontífice o el jefe del Estado Vaticano. También es obispo de Roma. Entonces es su responsabilidad comprometerse seriamente a través del Vicariato a nivel pastoral. Hay un interés permanente de los Papas por la ciudad de Roma como diócesis. Sobretodo a través de las visitas pastorales de las parroquias, de las asociaciones y movimientos. Todas las fuerzas vivas de la ciudad de Roma.
—Durante su charla se refirió también al pontificado de Juan Pablo II. ¿Cómo llevó concretamente él, siendo extranjero, este mensaje de la Santa Sede a Roma?
–Profesor Durand: El papel de Juan Pablo II ha sido muy importante como obispo de Roma. Visitó casi todas las parroquias y también otras fuerzas vivas como los movimientos eclesiales. Estuvo también presente entre los pobres y en muchos más ámbitos. Fue una presencia cotidiana y de verdad, muy comprometida.
–Un evento histórico como el Jubileo del año 2000, muestra la relación entre la ciudad de Roma y el Estado Vaticano. ¿Cómo fue?
–Profesor Durand: El Jubileo ilustra bien esta relación entre la ciudad, de Roma y el papado. La Alcaldía de Roma se comprometió con labores de reestructuración, de transporte, con las líneas del metro que luego fueron ampliadas, la conexión con el aeropuerto, la línea ferroviaria, entre otras. También se comprometió a nivel de belleza. porque hubo todo un esfuerzo para limpiar la ciudad, las calles y restaurar los edificios. Recuerdo que en el año 1998 y 1999 casi todos los edificios de Roma estaban llenos de andamios. Era muy impresionante y hasta divertido. Y luego, al comienzo del Jubileo toda Roma estaba limpia y esto supuso un esfuerzo muy grande de la Alcaldía. Y durante el Jubileo se hicieron varios esfuerzos para la organización, la acogida de los extranjeros. Recuerdo que por doquier había voluntarios que daban información y ayuda a las personas. Era un esfuerzo sin precedentes de parte de las dos identidades, de las dos Romas: la roma laica y la roma religiosa.
Por Carmen Elena Villa