CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 10 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa mostró hoy, ante los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro para la audiencia general, su preocupación por las consecuencias sobre el proceso de paz del Uslter, de los últimos atentados que han tenido lugar en Irlanda del Norte, y en el que han perdido la vida tres personas.
Al término de su intervención, el Papa hizo un llamamiento en este sentido, pidiendo para que nadie ceda “a la horrenda tentación de la violencia” tras estos actos terroristas.
Benedicto XVI aseguró su “profundo dolor” ante el asesinato de dos soldados británicos y la herida de otros cuatro, la noche del pasado sábado 7 de marzo, en el atentado que tuvo lugar contra una base militar en Antrim, Irlanda del Norte, así como por el asesinato de un agente de policía el lunes 9, y que las autoridades atribuyen a facciones del antiguo IRA.
“Mientras aseguro mi cercanía espiritual a las familias de las víctimas y a los heridos, expreso mi más firme condena por tales execrables actos de terrorismo”, afirmó.</p>
Estos atentados, “además de profanar la vida humana, ponen en serio peligro el proceso político en curso en Irlanda del Norte y corren el riesgo de apagar las muchas esperanzas suscitadas por éste en la región y en el mundo entero”.
El Papa reiteró su llamamiento para que “nadie se deje nuevamente vencer por la horrenda tentación de la violencia, sino que cada uno multiplique los esfuerzos para seguir construyendo, a través de la paciencia del diálogo, una sociedad pacífica, justa y reconciliada”.