RÍMINI, martes 24 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- El próximo volumen de Benedicto XVI sobre la vida de Jesús saldrá a la venta, en varios idiomas, el primer domingo de Cuaresma, 13 de marzo. Así lo anticipó ayer a Radio Vaticano Giuseppe Costa, director de la Libreria Editrice Vaticana.
Este esperado segundo volumen, que se centra en la pasión y muerte de Jesús, se encuentra actualmente en proceso de traducción a los distintos idiomas, y será entregado a los editores el próximo 15 de enero, para preparar las respectivas ediciones nacionales.
Según explicó Costa a Radio Vaticano, por el momento se ha llegado a un acuerdo con 18 casas editoriales, aunque “no se descarta que haya más peticiones” en los próximos meses.
Por el momento, y según confirmó el portavoz vaticano Federico Lombardi el pasado 23 de julio, el Papa Benedicto XVI está actualmente escribiendo el tercer volumen sobre la vida de Jesús, que dedica a la infancia de Cristo.
El responsable de los derechos de autor de los textos vaticanos se encontraba estos días en la ciudad italiana de Rímini, en el norte de Italia, para la presentación del primer volumen de la Opera Omnia de Joseph Ratzinger.
La presentación tuvo lugar durante la celebración del festival anual conocido como Meeting de Rímini, que organiza el movimiento católico Comunión y Liberación, y que cada año reúne a miles de personas.
Esta Opera Omnia consta de 16 volúmenes que recogen todos los escritos e intervenciones de Joseph Ratzinger, antes de ser elegido Papa, sobre la importancia de la liturgia en la vida cristiana.
La obra recoge, explicó Costa, “no sus enseñanzas como Pontífice, sino sus escritos, sus enseñanzas, sus entrevistas como cardenal. Esta Opera Omnia termina cuando fue elegido Papa”.
Sobre el contenido de esta Opera, el obispo de Ratisbona, monseñor Gerhard Müller, encargado de la edición alemana, explicó a la emisora vaticana la importancia que la liturgia tiene en el pensamiento de Joseph Ratzinger.
«La liturgia es la participación sacramental en la vida de Dios. Por esto, no es solo un ‘teatro’, una autoexpresión del corazón o de la idea de la subjetividad, sino que es la expresión objetiva, real, concreta del contacto con el mismo Dios, que quiere convivir con nosotros, sus criaturas”, afirmó el prelado.