CASTEL GANDOLFO, miércoles, 25 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha consolado este miércoles a un italiano cuya mujer asesinó a sus dos hijos pequeños y después se suicidó.
Al final de la audiencia general de este jueves, celebrada en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo, el pontífice pudo hablar con Gabriele Militello, quien le compartió "el gran dolor que llevo en el corazón", desde que hace casi un año, en septiembre pasado, su mujer, Erika, asesinó a sus dos hijos, Alessio de seis años y Arianna de cuatro, y después se suicidó.
La familia vivía en la localidad de Castenaso, cerca de Bolonia.
"He venido para pedir al Papa una oración y una palabra de serenidad que me ilumine en mi difícil camino", dijo Militello, que en el encuentro estaba acompañado por su tía, religiosa.
"Si no hubiera tenido fe, hoy ya no estaría aquí. Estoy tocando con la mano cómo el Señor me está dando la fuerza para seguir adelante y seguir viviendo", ha declarado a "L'Osservatore Romano".