ROMA, martes 31 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- El pasado 28 de agosto moría en Fuzhou (Fujian, China) monseñor Jonh Yang Shudao. El prelado, de 91 años, era arzobispo subterráneo de Fuzhou y había transcurrido gran parte de su vida en la cárcel.
Monseñor Yang, según informa la agencia italiana AsiaNews, había entrado en el seminario diocesano de Fuzhou a la edad de 14 años y había sido ordenado sacerdote en 1947.
Sus funerales se celebrarán este miércoles en Lianjiang, donde había nacido.
En 1955, monseñor Yang había sido condenado a cadena perpetua por las autoridades comunistas, por ser sacerdote católico.
A pesar de su liberación en 1981, había sido condenado después a otros cinco años de prisión.
Ordenado obispo clandestino el 8 de marzo de 1987, las autoridades volvieron a arrestarle en 1988, condenándolo a tres años de reclusión.
Nombrado arzobispo de Fuzhou en 1995, en 2001 fue condenado en dos ocasiones a 91 días de prisión.
Fuzhou es una de las diócesis más problemáticas de la Iglesia en China, desde hace años, por las divisiones entre católicos “oficiales” y fieles “subterráneos”.