CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 de agosto de 2011 (ZENIT.org).– “Las acusaciones de implicación del Vaticano en un caso de abusos sexuales abierto en los Estados Unidos han resultado ser infundadas a la luz de los documentos”, anunció este miércoles Radio Vaticano.

El abogado de la Santa Sede en esta causa, Jeffrey S. Lena, calificó como “calumnias” las acusaciones según las cuales la Santa Sede sería corresponsable de los abusos cometidos por el sacerdote religioso Andrew Ronan contra un chico de 17 años en el año 1965 en Portland, en Oregón.

Para contribuir al esclarecimiento de los hechos, la Santa Sede hizo pública, este miércoles en la web de Radio Vaticano, una documentación sobre Ronan, en concreto sobre su dimisión del estado clerical.

“Como el sistema judicial a veces trabaja lentamente, estos documentos podrán contribuir a una conclusión más rápida del caso”, explicó Lena.

Al mismo tiempo, expresó su confianza en que la publicación de esos documentos pueda “calmar a aquellas personas que se dan prisa en publicar comentarios sensacionalistas y no equilibrados, sin preocuparse de un conocimiento adecuado de los hechos”.

La causa, llamada Doe contra la Santa Sede, está en curso ante un tribunal estadounidense de primera instancia en el Estado de Oregón.

La mayor parte de las acusaciones presentadas por los abogados de la víctima ya han sido recusadas, pero quedan dos, sobre las que la prensa informa reiteradamente.

Según esas acusaciones pendientes, la Santa Sede sabía que Ronan era un abusador y a pesar de ello lo transfería de un sitio a otro.

“Serían, naturalmente, acusaciones muy graves, si fueran verdaderas –indicó Radio Vaticano-. Pero, como hemos sabido por el desarrollo del caso, estas acusaciones ciertamente no son verdaderas”.

Los documentos demuestran que la Santa Sede fue informada del grave comportamiento de Ronan sólo después del caso de abuso en cuestión, y que nunca estuvo implicada en ningún cambio de destino del sacerdote, perteneciente a una orden religiosa.

Lena declaró que los abogados de la víctima han insistido en esta acusación y así han “engañado al público” y “abusado del sistema legal”.