EL ESCORIAL, viernes 19 de agosto de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI se dirigió hoy a más de mil religiosas jóvenes, casi en su totalidad españolas, procedentes de 294 institutos distintos, y de las cuales unas 400 pertenecen a la vida contemplativa.
El encuentro tuvo lugar en el Patio de los Reyes del Monasterio de El Escorial, un inmenso monumento compuesto por un palacio real, una basilica – en la que están enterrados algunos reyes de España – y un monasterio, que alberga a una comunidad benedictina masculina.
A su llegada, el Papa fue recibido por cuatro jóvenes religiosas que le escoltaron en medio de un mar de hábitos negros, blancos, azules y marrones, hasta un estrado colocado en el patio, desde donde Benedicto XVI se dirigió a las presentes.
“Es un gozo grande poder encontrarme con vosotras, que habéis consagrado vuestra juventud al Señor”, les dijo el Papa, entre aplausos.
El Pontífice invitó a las jóvenes consagradas a profundizar en el sentido de su propia consagración, a “vivir siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente”, convirtiendo su propia vida en «exégesis viva de la Palabra de Dios”.
En este sentido, insistió en la importancia de la vuelta a la radicalidad del estilo de vida, una radicalidad que debe entenderse como un “ir a la raíz del amor a Jesucristo con un corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor”.
Este testimonio “cobra una especial relevancia hoy, cuando se constata una especie de ‘eclipse de Dios’, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza”, afirmó.
Por ello, “frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como una pertenencia a Dios sumamente amado”.
Esta radicalidad, subrayó el Papa, debe darse “en la comunión filial con la Iglesia”, con los Pastores, con el Magisterio de la Iglesia y la tradición cristiana, así como con la propia familia religiosa, “custodiando su genuino patrimonio espiritual con gratitud, y apreciando también los otros carismas”.
En su saludo al Papa, el cardenal Antonio Mª Rouco, arzobispo de Madrid, subrayó el papel que han desempeñado las congregaciones religiosas jóvenes en la preparación de la JMJ, a través de la oración y de la participación concreta en iniciativas como “Coser y Cantar” (ver www.zenit.org/article-38050?l=spanish).
“Sin las religiosas, sin su aportación, sobre todo la espiritual, la Jornada Mundial de la Juventud no sería posible. Son de lo mejor de la juventud de la Iglesia y de la sociedad, y por supuesto, de España”, afirmó el purpurado.
En España existen casi tres veces más religiosas que religiosos (303 institutos frente a 104), con un total de casi 50.000 religiosas tanto contemplativas como de vida apostólica activa.
Madrid es, después de Roma, la diócesis del mundo con mayor número de comunidades religiosas y con el mayor número de consagrados en el mundo. Sólo respecto a órdenes contemplativas, hay 34 monasterios femeninos y 3 masculinos. Respecto a la vida apostólica activa, en la archidiócesis hay cerca de 1.100 familias religiosas, con casi 3.000 consagrados y 8.000 consagradas.
Se trata, además, de un sector de la Iglesia española que vive una cierta efervescencia, con la presencia de grandes familias religiosas de notorio arraigo, como el Carmelo y la familia franciscana, órdenes de acción social creadas en el siglo XIX, y nuevos institutos, especialmente contemplativos, que reúnen a muchas vocaciones jóvenes, como la Orden de Belén, o las Comunidades del Cordero, entre otros.
Especialmente conocido es el caso de la congregación española femenina recientemente aprobada por el Papa, Iesu Communio, el pasado 12 de febrero de este año (ver www.zenit.org/article-38154?l=spanish y www.zenit.org/article-38253?l=spanish), que agrupa a unas doscientas religiosas entre 18 y 35 años.