¿Guerra entre musulmanes y cristianos en Nigeria?

El arzobispo de Abuya afirma que la tensión religiosa no es el mayor peligro

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ABUYA, domingo 28 de agosto de 2011 (ZENIT.org).- La mayor causa de tensiones en Nigeria no está entre cristianos y musulmanes, sino entre ricos y pobres, afirma el arzobispo de Abuya.

En una entrevista concedida al programa de televisión “Dios llora en la Tierra” de la Catholic Radio and Television Network (CRTN) en colaboración con Ayuda a la Iglesia Necesitada, el arzobispo John Onaiyekan explica que el mayor peligro para la paz en Nigeria “es la injusticia social en el país”.

El arzobispo ha sido presidente de la Conferencia Episcopal Nigeriana y una importante voz a favor de una mayor comprensión y diálogo entre la comunidad musulmana y la cristiana de Nigeria. También ha pedido una mayor responsabilidad a los medios a la hora de informar de las tensiones entre estas dos comunidades.

En esta entrevista, el arzobispo habla de modo pormenorizado sobre el abismo entre ricos y pobres en su país, así como de la cultura profundamente espiritual de los nigerianos, de la mentalidad política de que “el ganador se lo lleva todo”, y de las claves para el éxito en el diálogo interreligioso.

–En aproximadamente una década 3.000 personas han sido asesinadas por la violencia interétnica e interreligiosa, ¿cuál es el origen de esta violencia?

–Monseñor Onaiyekan: Esa es la mala noticia, la de que se han perdido vidas en conflictos que tienen connotaciones religiosas y que suelen interpretarse como religiosos. Creo que tenemos que recordar que se han perdido miles de vidas en mi país cada año debido a muertes diarias; los que se mueren en hospitales sólo por la mala gestión y también por conflictos en zonas donde no hay cristianos o musulmanes – no obstante, nadie habla de ellas y sólo se centran en la violencia entre musulmanes y cristianos.

De hecho, hablamos más bien de una cultura que devalúa la vida humana en general, y lo digo como un nigeriano con todo el sentido de responsabilidad y tristeza. Hay que colocar todo en su debido contexto. Para hablar de 3.000 se calcula normalmente en base a los que han perdido su vida sobre todo en la zona norte de Nigeria.

–¿En torno al área de Jos?

–Monseñor Onaiyekan: La zona de Jos es sólo la última, porque hay otras zonas de Nigeria en las que ha habido enfrentamiento: en Kaduna, Bauchi, y, cuando las famosas “caricaturas danesas”, tuvimos disturbios en Duguri y en toda la zona y, luego, en la meseta de Jos.

Jos ha sido especialmente sorprendente porque Jos no tiene una gran población musulmana y, de hecho, no es un lugar en el que se pueda decir que los cristianos y musulmanes tengan una relación tensa. Es de mayoría cristiana y nos hemos sorprendido de que en este lugar estalle este tipo de violencia. En segundo lugar, sea en Jos o en cualquier otro sitio, la gente no ataca a los demás sólo por la religión.

–Pero cuando leemos sobre esto, y hemos leído hace poco mucho en las noticias sobre la violencia entre musulmanes y cristianos, se presenta precisamente así: la violencia por motivos religiosos entre musulmanes y cristianos. Si no es así, ¿cuál es el verdadero origen?

–Monseñor Onaiyekan: Puede haber una dimensión religiosa, porque – este es uno de los casos en los que algo bueno puede volverse malo – los nigerianos son profundamente religiosos, lo que es algo grande. Están profundamente comprometidos con su fe lo que significa que todo lo que hacen lo hacen con fervor religioso, es decir: cuando dos personas se pelean – incluso en el mercado – y sucede que uno es musulmán, y sucede que el otro es cristiano, antes de que se sepa dirán: “este musulmán y este cristiano están luchando”. No van a decir: “estos dos nigerianos”, como debería ser, y creo que esto es lo que hace más fácil que parezca una disputa religiosa.

En el caso de Jos, el asunto está muy claro: La dicotomía entre los que son considerados “indígenas” de la meseta y quienes son considerados “colonos”. El problema no es tanto con los colonos, porque hay colonos e indígenas por toda Nigeria, el problema en la meseta es la situación de los colonos que exigen plenos derechos como indígenas, un punto en el que estoy personalmente de acuerdo, que no sólo es válido para esta meseta sino para toda Nigeria.

–¿Qué otros elementos entran en juego?

–Monseñor Onaiyekan: También quiero insistir en que los nigerianos no son sólo cristianos o musulmanes; los nigerianos son también hausa, ibo y yoruba. Los nigerianos tienen también ideologías políticas diferentes. Y la mayor diferencia en Nigeria actualmente, y una de las causas de la mayoría de los problemas, y el mayor peligro para la paz en Nigeria, no es el asunto de los cristianos y los musulmanes, es la injusticia social en el país. La gran diferencia, el gran abismo entre unos pocos que son muy ricos y la inmensa mayoría que son pobres en una nación que se supone que es muy rica.

Los pocos ricos, la mayoría de los cuales son también ladrones, bandidos que roban nuestro dinero, gente corrupta, son cristianos y musulmanes que están sentados en las mismas mesas de dirección. Los pobres que están sufriendo también son cristianos y musulmanes y también se llevan bien entre sí porque tienen los mismos problemas. Estas son las cosas que deberíamos considerar de modo cuidadoso y, si se vive en Nigeria, hay que tener esta lente para no dejarse llevar por explicaciones que parecen simples y directas – demasiado simplistas.

–¿Así que podemos decir que el éxito o fracaso político en Nigeria se traduce en poder económico o en la falta del mismo?

–Monseñor Onaiyekan: Sí, es una mentalidad de “el ganador se lo lleva todo”. Si se es del partido en el gobierno, se consiguen todos los contratos, todas las promociones y todos los trabajos en el gobierno para los hijos. Si se pertenece a la oposición, no se consigue nada. Así que si además de pertenecer al partido de la oposición ocurre que se pertenece a una tribu diferente – puesto que a la división política se añade la étnica – y si a todo esto añadimos que se pertenece a otra religión, es fácil que alguien diga que cristianos y musulmanes se enfrentan, y esta es la imagen que se ve por todo el mundo.

Jamás he visto en Nigeria que hayamos luchado porque Jesús sea Dios o no, que es la mayor diferencia teológica entre cristianos y musulmanes. Nunca hemos peleado por eso ni nos hemos enfrentado sobre si Mahoma es un verdadero profeta o no. Hemos luchado por la tierra. Hemos luchado sobre cuántos ministros son musulmanes o cristianos. Hemos luchado sobre quién es el líder de este o aquel partido político. Estos son los temas sobre los que hay enfrentamiento.

–Esto plantea la pregunta: ¿Por qué se presenta como un asunto religioso en lugar de lo que realmente es – intereses económicos o políticos?

–Monseñor Onaiyekan: Se debe a la naturaleza de la comunidad nigeriana. Nos identificamos con facilidad como cristianos o como musulmanes. Si se va a Nigeria en domingo, las iglesias están llenas. Todo el mundo va a la iglesia el domingo. Si eres un cristiano que va a la iglesia y vives con un musulmán, y estás sentado en casa un domingo, te preguntará “¿por qué no vas a la iglesia? ¿Qué ocurre? ¿Tienes algún problema?”. Y se puede decir lo mismo para un musulmán. Es como si tu identidad se definiera en términos de tu religión. Así que hagas lo que hagas se te considera cristiano o musulmán.

En segundo lugar, cuando dos personas son rivales, intentan desplegar todos los recursos para protegerse. Así que, si me estoy peleando con un compañero que resulta que es musulmán y estoy a punto de perder, diré: “Mira cómo me tratan. Soy cristiano”. Me recuerda a San Pablo cuando estaba ante el Sanedrín, miró a los fariseos entre los saduceos y dijo: “Soy fariseo y por es
o sufro”. Entonces los fariseos le apoyaron. Hay algo de esto también. En el lado musulmán hay personas que quieren atraer la solidaridad de los musulmanes, no sólo en Nigeria, sino también en el extranjero. Vemos que esto sucede en ambos lados.

Pero la cuestión es entonces: cuando ocurren este tipo de cosas no se piensa mucho en el resultado final. ¿Estamos caminando hacia la solución de nuestros problemas para vivir juntos o nos estamos preparando para la guerra que habrá finalmente entre cristianos y musulmanes?

–Usted ha mencionado los intereses extranjeros; ¿hay intereses extranjeros provocando esto o qué interés hay en provocarlo?

–Monseñor Onaiyekan: Hay muchos intereses en juego, pero yo creo, ya que estamos hablando de bases religiosas, que hay, obviamente en ambos lados, corrientes que tienen posturas muy fuertes contra los otros. Hay corrientes islámicas que creen que los cristianos son malos creyentes. Hay muchas personas en Nigeria que ven la televisión o que escuchan sermones desde Yemen que son emitidos por los canales islámicos; no hay que irse de Nigeria para escuchar esto. Hay pequeños grupos que son muy tendenciosos en ambos lados.

También hay cristianos que dicen muchas cosas horribles de los musulmanes. Creen que los musulmanes que van a La Meca adoran un ídolo, una piedra, y que no hay modo de que un musulmán obtenga el cielo nunca porque Jesús ha dicho que, si no naces del agua y del espíritu, no entrarás en el reino de Dios. Cuando alguien sale en público para decir directamente esto a los musulmanes con altavoces, está provocando – pero, de nuevo, se trata de un pequeño grupo. Nuestra Iglesia no nos enseña esto. Cuando hay choques, el resto de nosotros nos vemos envueltos, lo que es un gran problema. La razón final que le daría – ya que estamos hablando en términos de comunicación – los periodistas a veces son perezosos.

–¿Cuánta responsabilidad tienen los medios de comunicación y por qué?

–Monseñor Onaiyekan: Creo que a veces los periodistas son perezosos porque ya tienen una idea fija sobre la violencia que tiene lugar en Nigeria, por lo que es fácil decir: “Hemos explicado todo; son sólo los musulmanes y los cristianos que están luchando otra vez”. No se toman la molestia de ir para averiguar algo más sobre la causa de raíz del problema. A veces también depende de a quién se llame. Si se llama a una de esas personas que creen que hay que reunir a todas las fuerzas cristianas para hacer frente a los musulmanes de una vez por todas, obtendrás ese tipo de historia. Hay que decir: “Tengo que investigarlo. He hablado con alguien de la multitud y esto es lo que ha sucedido, pero después tengo que escuchar muchas opiniones para comentar el asunto”.

–Usted ha dicho en alguna ocasión que el pasaje evangélico de Mateo 25 es el que mejor expresa para usted el cristianismo. ¿Puede decirnos cómo se relaciona esto con la cuestión del diálogo entre el islam y los cristianos?

–Monseñor Onaiyekan: Tuve hambre y me diste de comer; estaba desnudo y me vestiste; estaba preso y me visitaste. ¿Cuándo hice esto? Jesús respondió: Lo que hiciste al más pequeño de mis hermanos, a mí me lo hiciste.

No puedo ver razón alguna para que esto se interprete de la siguiente manera: lo que hiciste al más pequeño de mis hermanos “cristianos”. No, para mí, es la prueba de fuego de lo que eres. Si no eres bueno con tu prójimo, no puedes presumir de agradar a Dios. Es una idea que atraviesa todo el Nuevo Testamento. La forma en que se lo planteo sin rodeos a mi gente de Abuya es: “Escuchad hermanos: es maravilloso ser católico y, si eres un buen católico, recibirás grandes honores en el cielo, pero tengo que deciros que a las puertas del cielo no se os pedirá el certificado de bautismo”.

En otras palabras, Mateo 25 no está diciendo: “¿Estás bautizado? ¿A qué iglesia perteneces?”. La pregunta es: “¿Qué hiciste por el pobre?”. La parábola es muy poderosa y llama la atención también a los políticos. Si eres un político y puedes alimentar a los hambrientos y no haces nada, y pasas el tiempo robando dinero, tendrás que responder de ellos a las puertas del cielo.

–Usted ha señalado que la Biblia puede servir como fuente para una mejor comprensión entre cristianos y musulmanes. Mi pregunta es: ¿el musulmán nigeriano lee la Biblia?

–Monseñor Onaiyekan: Respondo directamente a su pregunta, sí. De hecho, los musulmanes nigerianos leen la Biblia más que los cristianos nigerianos el Corán por la sencilla razón de que muchos musulmanes nigerianos han ido a colegios católicos y cristianos en los que han leído la Biblia. Algunos musulmanes, buenos estudiantes musulmanes míos, han hecho estudios bíblicos para sus exámenes y lo han hecho muy bien. Así que, en general, los musulmanes nigerianos están más familiarizados con las enseñanzas cristianas que los cristianos con el Corán.

Pero yendo al tema del que habla. Mi convicción es que la Biblia no sólo nos ayuda a fomentar las relaciones con el mundo islámico sino que el mundo islámico también debe dar a conocer, de sus propios recursos espirituales, aquellas cosas que ayudan a apoyar los esfuerzos de diálogo interreligioso. Siempre les digo a mis colegas y hermanos musulmanes que, si vamos a buscar textos de lucha en la Biblia, tenemos también muchos en el cristianismo. Sólo tenemos que ir a Josué, a Jueces y ver cómo Dios lucha por los suyos y destruye al enemigo. Puedo ir a estos textos pero no iré; iré a otros, que me animan a vivir en paz con todos.

Jesús vino para morir por toda la humanidad, lo que quiere decir para mí que cada hombre es mi hermano y mi hermana. En el islam, hay textos terribles en el Corán, que, al interpretarlos, quieren decir que conviertes a los no creyentes o los matas. Esos textos están ahí, y un musulmán honesto te dirá: “Estos textos nos dan problemas”. Yo les digo: “Sí, pero también hay otros textos, muchos, que dicen que no debería haber violencia en la religión”. Un texto incluso dice claramente: “Si Alá lo hubiera querido, habría hecho de todos nosotros una nación, una religión, pero Él nos han dejado como estamos para que podamos vivir en paz para que al final Él decida quién es bueno”. Cuando nos encontramos sobre esta base, podemos caminar juntos sin comprometer nuestras creencias fundamentales.

–¿Así que un musulmán debe ser un buen musulmán y un cristiano, un buen cristiano?

–Monseñor Onaiyekan: Ambos, para dialogar con eficacia. La cuestión es qué constituye a un buen cristiano y a un buen musulmán. Pero creo que ambas religiones coinciden en que lo de empezar a matar a los demás no es voluntad de Dios.

–En el Nuevo Testamento, se puede leer el pasaje del Sermón de la Montaña – poner la otra mejilla. ¿Es algo que un musulmán puede entender?

–Monseñor Onaiyekan: No creo que todo el mundo lo entienda. Quiero decir: ¿quién pone de verdad la otra mejilla? Esta es la radicalidad del Evangelio cristiano.

–Pero, para entendernos, ¿para un musulmán poner la otra mejilla es un signo de debilidad?

–Monseñor Onaiyekan: Sí, no sólo un signo de debilidad, sino que ni siquiera es bueno, estás fomentando que el malo siga actuando mal.

–¿Haciendo el mal?

–Monseñor Onaiyekan: Sí, porque es tu deber detener al malo para que no haga el mal. Creo que también es un deber para el cristiano desarmar al agresor injusto. Es nuestra labor, un derecho y un deber desarmar al agresor injusto. Ahora bien, ¿cómo lo haces? No significa necesariamente que tengas que utilizar un bazuca para hacerlo pedazos, si puedes desarmarlo, pero hay decisiones prácticas que han de tomarse en el fragor del momento.

Del mismo modo, en el caso de cristianos y musulmanes, la principal lección a aprender del poner
la otra mejilla no es invitar a alguien que ha quemado tu iglesia hoy que queme otra mañana. No. Pero estás dispuesto a perdonarlo. El principal problema es el perdón. ¿Estamos dispuestos a perdonar?

–¿El musulmán con el que dialoga acepta o entiende esto?

–Monseñor Onaiyekan: Dialogamos a nivel práctico. Les digo que no es recomendable golpear a personas inocentes con la esperanza de que pongan la otra mejilla. No es recomendable ni siquiera el derecho a golpear en primer lugar, pero si eres golpeado debes saber cómo responder. Jesús es muy justo y, en su Pasión, el siervo del sumo sacerdote le golpea diciendo: “¿Es esto lo que respondes al sumo sacerdote?”. Es interesante lo que dice Jesús: “¿He dicho algo malo? Si he dicho algo malo, dímelo. Si no, ¿por qué me golpeas?”. Así que Jesús nos da un buen ejemplo de cómo poner la otra mejilla. Muestra cómo hacer un buen uso del texto bíblico.

–Hemos hablado de diálogo en estas situaciones tan complicadas. ¿Tiene esperanzas?

–Monseñor Onaiyekan: Soy un optimista incorregible y siempre busco lo que más deslumbra y también porque creo que esa es la actitud cristiana. Creemos en Jesús resucitado y su espíritu nos impulsa. Por eso no tenemos miedo de mirar incluso a la realidad de la corrupción; amo a Nigeria intensamente. Hay tanta gente maravillosa en ella. La gran mayoría de los nigerianos, de todas las religiones, son personas maravillosas y cuando ven algo bueno lo admiran y se aferran a ello. Nuestro gran problema es que necesitamos un buen gobierno, un gobierno fuerte que pueda impulsar todas estas cosas maravillosas y no sólo los recursos naturales sino, sobre todo, los recursos humanos de Nigeria. Con la ayuda de Dios no debería haber problemas entre cristianos y musulmanes. De hecho, mi visión es que Nigeria será un modelo para el mundo de cómo cristianos y musulmanes viven juntos, porque nuestra cultura tiene el mayor número de cristianos y musulmanes viviendo juntos en un mismo país. En otros países, una u otra de las religiones son mayoría o minoría. Hagan lo que hagan, están separados. En Nigeria somos iguales y nos encontramos cara a cara y somos conciudadanos del mismo país, en ocasiones, miembros de la misma familia.

Esta entrevista fue realizada por Marie-Pauline Meyer para “Dios llora en la Tierra”, un programa semanal radiotelevisivo producido por Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Más información en: www.ain-es.orgwww.aischile.cl

Dios llora en la Tierra: http://www.wheregodweeps.org/countries/nigeria

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ZENIT Staff

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