ROMA, lunes 5 marzo 2012 (ZENIT.org).- La Conferencia de Superiores Mayores de Timor-Oriental (CSM-TL), en colaboración con la Comisión Justicia y Paz de la diócesis de Dili, organizó en la capital una Jornada nacional de la Paz con el fin de preparar las elecciones presidenciales y legislativas libres de las violencias que han marcado la historia reciente de la joven nación.
La jornada por la paz comenzó con una marcha de unos cinco kilómetros a través de Dili, desde la iglesia de Nuestra Señora Auxiliadora en Comoro hasta el arzobispado situado en Lecidere. Según monseñor Alberto Ricardo da Silva, obispo de Dili, que presidía la procesión, más de cinco mil personas desfilaron pacíficamente recitando el rosario, entrelazado con tiempos de meditación sobre la paz, informa la agencia Eglises d’Asie.
La asistencia estaba compuesta por numerosos sacerdotes y seminaristas, religiosos y religiosas y también centenares de estudiantes, escolares, fieles venidos de siete parroquias de Dili, así como políticos y embajadores extranjeros.
Los salesianos estaban particularmente representados, con los alumnos de sus escuelas y las Hijas de María Auxiliadora. El padre Joao Paulino Aparicio Guterres, superior provincial de los salesianos de Indonesia-Timor y presidente de la Conferencia de superiores mayores, así como sor Paola Battagliola, superiora provincial de las Hijas de María Auxiliadora y vicepresidenta de la Conferencia, y los superiores mayores, estaban igualmente presentes.
En Timor Oriental (convertida oficialmente en Timor Leste), país donde los católicos son más del 90% de la población, la Iglesia siempre ha desempeñado un papel importante, interviniendo particularmente como mediadora en el momento de las violencias asesinas que desgarraron la isla. En Lecidere, monseñor Ricardo, que se expresa en tetun –la lengua nacional de Timor-Oriental–, se dirigió al pueblo timorés, exhortándole a dar la espalda a la violencia para «construir la paz con la fuerza de Dios y la protección de María». El obispo ha subrayó la necesidad de primero «convertir su propio corazón» y hacer «la paz en las familias», antes de orar por «las elecciones en la paz y la unidad» y para que «los timoreses vivan en armonía como una nación de hermanos».
La manifestación se acabó con un tiempo de adoración eucarística seguido de una oración por la paz, que será recitada durante 111 días en toda la diócesis. El lanzamiento de esta gran cadena de oración titulada «111 días de reflexión y de oración por las elecciones pacíficas y democráticas en Timor-Leste» ha sido acompañado simbólicamente con el soltar palomas y globos en los que se podía leer «Cambiad vuestros corazones, cambiad el mundo!».
Pedro da Costa, diputado, dio las gracias a monseñor Ricardo por el mensaje lanzado por los católicos y declaró esperar que todos los políticos respondan a eso. Uno de los candidatos a la presidencia, Jose Luis Guterres, presente en la manifestación, aseguró por su parte a la población que no teman ir a votar, la situación de hoy es muy diferente a la de las últimas elecciones presidenciales del 2007.
Este año será particularmente crucial para los timoreses que celebrarán a la vez la conmemoración del 10 aniversario de la independencia de su país, pero irán a las urnas igualmente para las elecciones presidenciales del 17 de marzo y las legislativas en junio. Estos acontecimientos que jalonarán el año 2012 deberán estar acompañados de la retirada progresiva de los cascos azules y de otras fuerzas internacionales que se encargaban de mantener el orden desde las jornadas de violencia del 2006 en Timor Oriental. Estas diferentes etapas serán consideradas como una de tantas pruebas para la comunidad internacional que vigila estrechamente el polvorín timorés.
Desde el consejo de seguridad del 22 de febrero pasado, la representante especial por la MINUT (Misión integrada de las Naciones unidas en Timor-Leste), Ameerah Haq, se felicitó por los avances de Timor-Leste y de la «estabilidad general del país», en vísperas de las elecciones y de la retirada de la ONU. Recordó sin embargo que para asegurar la transparencia y la seguridad de los escrutinios, estos se desarrollarán bajo la vigilancia conjunta de la policía nacional de Timor- Oriental (PNTL) y de la MINUIT.
El consejo de seguridad anunció igualmente la prórroga del mandato de la MINUT hasta el 31 de diciembre del 2012. Jose Ramos-Horta, presidente saliente de Timor-Leste y premio Nobel de la paz presentó al Consejo el balance de su mandato, reconociendo los progresos efectuados y también los fracasos, especialmente en el dominio de la salud y de la justicia. Expresó su confianza en la capacidad de su país para asegurar su seguridad después de la salida de los cascos azules, mientras que el proceso de transferencia de los poderes retenidos por la ONU a la armada y la policía locales se desarrollan como estaba previsto .
Sin embargo, el mayor riesgo de seguridad hoy en Timor-Leste es «la impunidad casi total relativa a los autores de la violencia», analiza Cillian Nolan, especialista de la región, por el International Crisis Group, evocando especialmente los 200.000 muertos y desaparecidos de los años 1975-1999, a los cuales aún no se ha hecho justicia.
Traducido del francés por Raquel Anillo