ROMA, viernes 9 marzo 2012 (ZENIT.org).- El Observatorio Internacional Cardenal Van Thuan sobre Doctrina Social de la Iglesia ha publicado un artículo referente a la recogida de firmas de personajes relevantes de la sociedad estadounidense contra la reforma sanitaria Obama que obliga a los centros católicos a ofrecer esterilización y píldoras abortivas ebn los seguros de sus empleados.
Hemos seguido de cerca la lucha de los obispos de Estados Unidos contra las disposiciones sanitarias de la administración Obama, en materia sanitaria y en particular las recientes cuestiones relativas a la seguridad obligatoria de los dependientes por prestación sanitaria comprendido el ofrecimiento de esterilización y de píldoras abortivas.
Ahora, el The Becket Fund for Religious Liberty creó un documento titulado Unacceptable, que está consiguiendo un gran consenso, puesto que ya 500 personajes, muy significativos, de la cultura y de la sociedad americana lo firmaron. Los primeros en poner su firma en el documento del Becket Fund son: John Garvey, presidente de la Catholic University of America; Mary Ann Glendon, docente de Derecho en Harvard y exembajadora estadounidense ante la Santa Sede; Robert P. George, docente de Jurisprudencia en la Princeton University, O. Carter Snead, docente de Derecho en la University of Notre Dame de South Bend en Indiana; y Yuval Levin, del Ethics and Public Policy Center de Washington, entre los cuales se encuentra la eminente figura de George Weigel, entre otros, biógrafo de dos pontífices.
Siguen, el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense; el arzobispo de Louisville Joseph Edward Kurtz; el arzobispo de Filadelfia Charles Joseph Chaput; el pastor Paige Patterson, presidente del Southwestern Baptist Theological Seminary de Louisville, en Kentucky; el arzobispo Peter J. Akinola, exprimado anglicano de Angola, líder de una congregación conservadora norteamericana de fieles de la Comunión Anglicana; el rabino David Novak de la Universidad de Toronto; el docto musulmán Shaykh Hamza Yusuf, cofundador del Zaytuna College di Berkeley, en California.
El cardenal arzobispo de Chicago, Francis Eugene George, expresidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, en un editorial publicado el domingo 26 de febrero en el “Catholic New World”, semanario diocesano, afirmó: «Este año a la Iglesia católica en Estados Unidos le han dicho que debe ‘renunciar’ a sus instituciones sanitarias, a sus universidades y a otras muchas de sus organizaciones de servicio social». Pero, continúa el prelado, «no es un sacrificio voluntario». Quien de otra parte los incumpla, incurrirá en graves sanciones pecuniarias –«y esto no es económicamente sostenible»–, o, por no pagar multas, estará obligado a «secularizarse». Aplicar en efecto la nueva normativa prevista por la reforma sanitaria querida por la Administración Obama significará estar obligados a «interrumpir la unión con la Iglesia y sus enseñanzas morales y sociales». Y este es el objetivo que desde siempre persiguen todos los regímenes despóticos que temen y que consecuentemente odian a la Iglesia, también por su capacidad de poner obstáculos concretos a la tiranía, en nombre propiamente de aquella obediencia más alta que es el juego dulce y fuerte de la fidelidad a la Cátedra de Pedro.