Un instrumento para la caridad del papa y no sólo en cuaresma

Entrevista al número dos de la Caritas internacional, Michel Roy

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Por H. Sergio Mora

ROMA, martes 27 marzo 2012 (ZENIT.org).- La Caritas Internationalis (CI) reune a 162 Caritas nacionales, que a su vez coordinan a las diocesanas, llegando así a través de las parroquias e instituciones de manera capilar hasta donde nadie logra. En este entrevista, el número de Caritas Internacional explica el servicio que este instrumento de la caridad del papa realiza.

Se basa en el principio de subsidariedad, por el que quien está más alto interviene solamente cuando las que están a su cargo no logran, como en las emergencias humanitarias.

Para hacer la caridad más que el dinero, por lo tanto sirve el deseo de ayudar, comenzando horizontalmente. Este sistema único que nace de un mandato preciso del evangelio, vuelve único este instrumento de la caridad del papa y hace que la Caritas Internationalis pueda siempre hacer escuchar la voz de los pobres ante los entes multilaterales o internacionales.

Lo indicó el secretario general de la CI, Michel Roy, en entrevista concedida a ZENIT que aquí les proponemos.

¿Por qué sirve la Caritas para realizar caridad?

–Michel Roy: La caridad primeramente se realiza lo localmente en un país, por ejemplo en un barrio entre gente pobre y menos pobre que se ayuda. Es una actitud del cristiano que es sensible al sufrimiento de los demás y actúa, se organiza. Se puede hacer caridad dando una limosna a un mendigo, aunque no le cambiará mucho la vida.

¿O sea organizarse a qué nivel?

–Michel Roy: En la base del problema está interactuar como hermanos, pero muchas veces se necesita una organización, pues no basta que uno le de a otro, sirve algo metódico, por ejemplo a nivel parroquial.

Y debe hacerse también en niveles más altos. En una diócesis entre barrios pobres y ricos, etc. La misión de un obispo es animar a la caridad, a la comunidad cristiana a ser caritativa y capaz de amar, como lo hacían las primeras comunidades cristianas, como lo indican los actos de los apóstoles y por ello muchas veces delega esta obra a la Caritas y le da coraje.

¿O sea del nivel parroquial que es el más capilar después se pasa a las diócesis?

–Michel Roy: Entre una diócesis a otra hay desigualdades, y allí la Caritas nacional ayuda a las diócesis en cuanto es un instrumento de la conferencia episcopal.

A su vez las Caritas nacionales conforman a Caritas internacional que es una federación, con miembros independientes, que se confederaron hace 61 años cuando había solamente unas 27 Caritas en el mundo. La primera inicia en Alemania a final del siglo XIX.

¿El objetivo es por lo tanto ayudar?

–Michel Roy: No, es más que simplemente ayudar. La Caritas es un instrumento de la Iglesia y del papa para realizar la caridad. Es un deber de los cristianos y de los hombres de buena voluntad, hacia los más pobres y para crear una sociedad más justa y fraterna.

¿A nivel internacional en cambio?

–Michel Roy: La Caritas Internacionalis es una entidad de la Santa Sede. Como Caritas internacional somos la caridad del papa. Nuestro superior eclesiástico hoy es Benedicto XVI. Como dicasterio de referencia tenemos en la curia a Cor Unum, que acompaña nuestra labor.

¿Cómo se eligen los miembros de la Caritas Internacional?

–Michel Roy: Su presidente es elegido por la asamblea general de 164 miembros que se hace cada cuatro años. El presidente ha sido siempre un clérigo, sacerdote o monseñor, si bien hemos tenido también otros cardenales. Puede ser también un laico o una laica. La Santa Sede por su parte tiene un derecho de nihil obstat a las candidaturas. La asamblea además elige al secretario general y al tesorero.

¿Y porqué es un instrumento de la caridad del papa?

–Michel Roy: El santo padre tiene varios instrumentos, como la Caritas Internacional que es una pequeña organización, en total unas treinta personas. Nosotros somos caridad del papa, las Caritas locales son de las conferencias episcopales.

Está también la Cor Unum que maneja dos instrumentos de caridad: la Fundación Populorum Progressio que trabaja en América Latina y el Caribe y la Fundación Juan Pablo II para el Sahel.

Cuando el Papa recibe dinero de los fieles lo emplea para ayudar de diversas maneras, entre las cuales a la Caritas Internacionalis para las emergencias mayores.

¿En concreto cómo trabajan?

–Michel Roy: Tenemos diversos ejes de trabajo en nuestro plan aprobado por la asamblea general, pues el mismo cambia según la situación global.

Por ejemplo hay que reducir el riesgo de emergencias internacionales y coordinar la ayuda a las mismas, por ejemplo el año pasado hemos dado respuesta a 30 emergencias mayores, por un importe superior a los 42 millones de euros, directa o indirectamente a través de las Caritas nacionales. Queremos dar una respuesta con calidad, pues no es simplemente dar, hay que hacerlo de manera responsable, dando perspectivas.

Buscamos el desarrollo humano integral y nuestro valor adjunto es facilitar la relación entre los miembros que tienen experiencia en el campo con quienes quieren apoyar. En muchos sectores tenemos expertos, como en el sector inmigración y tráfico de seres humanos, de mujeres, niños menores solos, de los trabajadores migrantes.

¿O sea en diversos sectores y con respuestas adecuadas?

–Michel Roy: Sí. Por ejemplo otro campo es el climático y el de la seguridad alimentaria, baste pensar en el Cuerno de Africa y lo que va a pasar en el Sahel.

Pero también la promoción de la paz y reconciliación. Hay que llevar la voz de la Iglesia en las Naciones Unidas, por ejemplo sobre los conflictos.

¿Y en la sanidad?

–Michel Roy: Trabajamos en el sector de enfermedades como el sida, la malaria, la tuberculosis, las pandemias. En el caso del sida además hay una labor pastoral.

¿Cómo encaran la lucha a la pobreza?

–Michel Roy: La lucha contra la pobreza se afronta de una manera más global, partiendo de los objetivos del milenio, como educación, salud, etc. El punto entretanto es que para nosotros no es la comunidad la que tiene problemas de esto o aquello, pero son personas que tienen problemas. La lucha contra la pobreza tienen que ser horizontal, y dando orientación pues son personas y la parte espiritual es importante.

Así, en octubre 2013 haremos una campaña global contra la pobreza en el momento en que las Naciones Unidas aborden el problema de los objetivos del milenio, que no fueron alcanzados.

¿Otros objetivos dentro de vuestra estrategia?

–Michel Roy: Por ejemplo es lograr aumentar la capacidad de dar respuestas a las Caritas nacionales. Pues la caridad local no necesita necesariamente fondos, es principalmente una actitud. Salvo en los casos en que no existen fondos o cuando los proyectos son más amplios, entonces sí se va a pedir afuera.

En la mayoría de los proyectos de desarrollo humano, el dinero viene desde otras Caritas, a nivel solidario, por parte de los países miembros, de Caritas a Caritas.

¿A nivel de objetivos espirituales?

–Michel Roy: Como Iglesia tenemos que hacer que cada uno en su comunidad pueda crecer a nivel de lo que Dios espera de cada uno de nosotros. Fuimos creados como hijos de Dios a su imagen y semejanza y el medio ambiente debe dar condiciones de dignidad, de relaciones fraternas. Y la miseria impide estas relaciones. Y juntos inspirados por la doctrina social de la Iglesia que nos permite cambiar este mundo de manera más justa.

¿Y la capilaridad de la Caritas?

–Michel Roy: Cuando hablo con representantes de las Naciones Unidas en Ginebra o Nueva York, para ellos la capilaridad de la red Ca
ritas es muy importante porque es a nivel no solamente nacional pero también local que llega a los más pobres. Nos conocen y aprecian y en la expectativa con nosotros dispuestos a escuchar lo que queremos decir. Nuestra voz es la de los pobres, de las Iglesias locales.

¿Y los nuevos estatutos?

–Michel Roy: Estamos en un proceso de integración mayor con la Santa Sede como Caritas Internacionalis. Nuestros nuevos estatutos han sido aprobados por el comité ejecutivo en noviembre, están ahora en el secretariado. Y estamos esperando un decreto del santo padre, sobre la aprobación de los estatutos ad experimentum.

¿Qué cambia con el nuevo estatuto?

–Michel Roy: En 2004, el papa Juan Pablo II otorgó a Caritas Internationalis personalidad jurídica canónica pública, que hace de nosotros un ente de la Santa Sede, que antes era jurídica privada. Y en la carta que se llama ‘quirógrafa’ de Juan Pablo II, dice que cuando Caritas habla públicamente habla en nombre de la Iglesia. O sea una responsabilidad muy grande, que nos integra más con la Iglesia.

La Caritas trae hasta la Santa Sede la realidad de los pobres y desde aquí tenemos la misión de Iglesia, doctrinal y pastoral para reforzar. Un intercambio importante. Los nuevos estatutos son la reafirmación de la misión de la Caritas Internacionalis y de las Caritas, de difundir la caridad y promover la justicia social.

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ZENIT Staff

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