CIUDAD DEL VATICANO, jueves 29 marzo 2012 (ZENIT.org).- En el viaje de vuelta de La Habana a Roma, al término de su 23 Viaje Apostólico internacional que le llevó a México y Cuba, sobrevolando el territorio francés y sucesivamente regresando a Italia, el santo padre Benedicto XVI hizo llegar a los respectivos jefes de Estado dos mensajes telegráficos en los que expresa su satisfacción por su encuentro con los fieles de los dos países.
A Nicolás Sarkozy, presidente de la República Francesa, dirigió el siguiente telegrama: “Cuando sobrevuelo territorio francés, a la vuelta de mi viaje apostólico, que me ha llevado a México y Cuba, dirijo de nuevo a su excelencia y a su compatriotas mis mejores deseos. ¡Que Dios conceda a Francia y a su habitantes abundantes bendiciones!”.
A Giorgio Napolitano, presidente de la República Italiana, envió el siguiente telegrama: “Al regreso del viaje apostólico a México y Cuba, donde he podido encontrar a numerosos fieles representantes de aquellas queridas poblaciones, admirando su fe y el deseo de crecimiento espiritual y social, expreso a usted, señor presidente, mi cordial saludo y le aseguro una oración especial por el bien, la serenidad y la prosperidad de la entera amada nación italiana, a la que envío mi afectuosa bendición”.