Julio Martínez asumió el cargo de rector de la Universidad Pontificia de Comillas

Releva a José Ramón Busto

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MADRID, martes 24 abril 2012 (ZENIT.org).- Julio Luis Martínez Martínez SJ ha asumido el cargo de rector de la Universidad Pontificia Comillas, que durante los últimos nueve años ha desempeñado José Ramón Busto SJ, en el transcurso de un acto celebrado en el aula magna de la institución. Presidió la ceremonia el vice gran canciller de la universidad y provincial de Castilla de la Compañía de Jesús Juan Antonio Guerrero Alves SJ, acompañado del nuncio apostólico en España, monseñpor Renzo Fratini.

Asistieron al acto el provincial de España de la Compañía de Jesús Francisco José Ruiz Pérez SJ; el director general de Política Universitaria del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Federico Morán; el presidente del Centro Superior de Investigaciones Científicas Emilio Lora-Tamayo; el director general de Unijes Jesús María Eguíluz; el presidente de la Fundación Universitaria Comillas-ICAI Ignacio Bayón SJ; el rector de Deusto Jaime Oraá; el rector de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) José Andrés Sánchez Pedroche; el rector de la Universidad Camilo José Cela Rafael Cortés-Elvira, y el exrector de la Universidad Católica de Uruguay Antonio Ocaña SJ, entre otras personalidades.

La secretaria general de la universidad, Clara Martínez, leyó el nombramiento del nuevo rector, firmado por el superior general de la Compañía de Jesús y gran canciller de dicha universidad, Adolfo Nicolás Pachón SJ, con la confirmación de la Santa Sede. Julio Martínez es profesor ordinario de Teología Moral en la Facultad de Teología y de Filosofía Social y Política en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, de la universidad y, en los últimos tres años, ha sido vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación de Comillas.

A continuación, tomó la palabra el rector saliente. “Podemos leer en el libro de Job que ‘el hombre está en la tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero… que corren más que la lanzadera’ (cf. Job 7,1.6). Mi primer sentimiento al producirse mi relevo en el rectorado de la universidad coincide con esta vivencia de Job”, comenzó diciendo el profesor Busto en su discurso de despedida. “En primer lugar, porque estos nueve años bien cumplidos, durante los que he desempeñado el cargo de rector, se me han pasado muy rápidamente, han discurrido más veloces que la lanzadera de Job. Durante este tiempo he sido feliz, creo que porque la felicidad se genera de dentro para afuera y no de fuera para adentro. A sentirme feliz ha contribuido sin duda el hecho de que he vivido este tiempo convencido de que desempeñaba un servicio –que me encomendó en su día la Compañía de Jesús–, a la universidad, a la misión de la Compañía, a la Iglesia y a la sociedad”.

“Aun no siendo momento para hacer balance, sí necesito echar la vista atrás, siquiera un momento, para dar gracias y para pedir perdón”, agregó Busto, quien tras dar las gracias a Dios, las dio también “a un sinnúmero de personas que me han ayudado y han colaborado en la tarea”. Señaló Busto que desde el principio de su rectorado se propuso “que todas y cada una de mis decisiones y actuaciones fueran tales que pudieran publicarse en el periódico del día siguiente o contarse en el telediario de la tarde. Creo que lo he cumplido siempre. Pero quiero pedir perdón por si alguien se ha sentido ofendido, preterido o maltratado”, y añadió que “en todo caso, debo pedir perdón por las ocasiones perdidas, por no haber tenido todas las iniciativas posibles o convenientes y por aquellas veces en que me haya faltado impulso, ánimo o generosidad”.

A su sucesor le deseo los mejores éxitos al frente de la universidad. “Cualquier éxito del rector –dijo- será un éxito para la universidad. A partir del próximo curso, concluyó, “volveré a mis ocupaciones académicas en la Facultad de Teología donde todos los miembros de la comunidad universitaria podéis encontrar un amigo para todo aquello en que os pueda servir y esté en mi mano”.

Responsabilidad e ilusión

“Para mí la responsabilidad de este momento supone ciertamente una carga no ligera, pero que no me paraliza, pues siento que la responsabilidad viene firmemente respaldada por la ilusión ante la tarea, y confortada por auténtico agradecimiento y humildad”, comenzó su intervención Julio Martínez.

Agregó que “quizás lo más importante que quiero hacer en este discurso es expresar un agradecimiento afectuoso hacia el padre José Ramón Busto que ha regido Comillas durante más de nueve años con inteligencia, integridad y entrega, en una síntesis ciertamente muy excepcional que adorna a poquísimos seres humanos. Ha sido un magnífico Rector que ha hecho verdad la fórmula del tratamiento oficial, porque ha sido un buen capitán que día tras día ha estado al timón, con una generosidad y disponibilidad inquebrantables”.

Tras destacar que en los años precedentes ha habido buen gobierno de la universidad, agregó que “por eso me prepongo mantener la estrategia que en estos años hemos seguido y en la que yo mismo he participado muy directamente. Pero continuidad no significa inmovilismo, mimetismo o fijación; la continuidad que quiero conjuga tradición y apertura a lo nuevo, y, por tanto, conservación y cambio”.

Al referirse al futuro inmediato y repasar las tareas que habrá que afrontar, Martínez llamó a cultivar una cultura de la austeridad y del buen uso de los medios. “Tenemos que esmerarnos por preservar el prestigio y la calidad de nuestros estudios y todo aquello que lleva a la gente a elegirnos”. En el campo de la investigación aseguró que podemos fomentar la interacción entre la investigación aplicada y el pensamiento sobre los fundamentos de las realidades humanas, alimentando redes interdisciplinares donde no falten la investigación teológica y filosófica. Debemos, prosiguió, abordar las cuestiones de la familia, los menores, las migraciones, el desarrollo, la energía, la exclusión social, la empresa, la educación o la sostenibilidad, desde el rigor de cada perspectiva científica que realmente cultivamos y facilitando el diálogo entre ellas.

Aludió de forma expresa al proyecto de campus de excelencia internacional Aristós Campus Mundus, creado conjuntamente con las universidades de Deusto y Ramon Llull, en relación preferente con las norteamericanas de Georgetown, Boston College y Fordham, y subrayó que forma parte de la agenda de Comillas poner parte de su esfuerzo en hacer que dé buenos frutos en docencia, investigación y responsabilidad social.

“Formar solo profesionales competentes que consigan buenos empleos, siendo importante, es claramente insuficiente. Es necesaria la integración de distintas dimensiones de la persona y de la vida humana: la ciencia y la fe, la reflexión y la acción, el saber y los valores. Debemos distinguirnos por una oferta de formación científica y profesional, que cuide las dimensiones espiritual, moral y social. Todos los que trabajamos en la universidad tenemos nuestra parte de responsabilidad en esa formación integral, por eso nadie puede sentirse o situarse al margen de la identidad y la misión de la universidad. Seguiremos poniendo medios para el cultivo identitario; espero contar la receptividad e implicación de todos en ello”, finalizó el nuevo Rector.

El vice gran canciller comenzó su alocución dando las gracias al rector saliente por su servicio y el legado que deja a su sucesor. Destacó “tres buenas herencias”: una universidad saneada y ordenada; la adaptación de los planes de estudios al Espacio Europeo de Educación Superior y la superación de los procesos de calidad y acreditación, y la ampliación del campus de Cantoblanco. Se refirió también al nuevo rector, subrayando su integridad y prudencia, señaladas por el General de la Compañía en su nombramiento. Le agradeció “su disponibilidad p
ara posponer todos sus proyectos personales y académico y asumir esta misión de servicio a la universidad, que lo es también a la Iglesia y a la sociedad”.

El nuncio dedicó también unas palabras al nuevo rector y a su antecesor en el cargo. El padre Busto, dijo, ha cumplido su misión y este es el momento de manifestarle un merecido reconocimiento. “Debe sentir profunda satisfacción por su servicio a la Iglesia y a la sociedad española”, afirmó. De Martínez, alabó su meritorio currículo y su buen servicio como profesor. Como nuevo rector, le deseo que, con la ayuda de todos, pueda llevar a cabo su misión, manteniendo el reconocimiento social del centro. Monseñor Fratini destacó la importancia que tienen los estudiantes para el éxito de esta tarea, y aseguró que los alumnos deben ser capaces de dar sentido a su formación técnica mirando al bien común. 

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ZENIT Staff

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