CANCÚN, jueves 26 abril 2012 (ZENIT.org).- “El Código Ético Mundial para el Turismo. Dirección ética para la evolución responsable del turismo”, es el tema con el que se abrió la cuarta jornada, este jueves, del VII Congreso Mundial de Pastoral del Turismo, que tiene lugar en Cancún, México.
La ponencia fue pronunciada por Norberto Tonini, miembro de la Comisión Mundial de Ética del Turismo, quien expuso las razones que a su juicio merecen poner en marcha una atenta reflexión sobre las principales cuestiones éticas que se refieren e implican el fenómeno turístico.
Son razones que le han inducido a buscar la posibilidad de detectar las coordenadas valoriales de “Otro turismo”, y que le han llevado a poner en evidencia las dificultades a superar para que el turismo pueda realmente presentarse como una relevante actividad económica, social y cultural, importante factor de desarrollo sostenible, de cohesión social, de solidaridad y de promoción humana.
Una propuesta eclesial de turismo accesible fue el argumento del que trató el obispo encargado de la pastoral del turismo de Italia, monseñor Giuliodori. El servicio ofrecido por las “Casas de vacaciones”, que en Italia son más de tres mil, es parte integrante del rostro y de la acción pastoral de la Iglesia italiana. La experiencia italiana en el aspecto de la acogida en estructuras religiosas asume las características de un “caso” único e irrepetible. Esta puede comprenderse a partir de la singularidad de la posición histórico geográfica de la misma Italia. Roma alberga la sede de Pedro y el “centro” de la Iglesia católica: aquí la acogida se ha calificado según los principios y los valores religiosos, con los signos de la fraternidad, la comunión y la solidaridad, sobre todo hacia los más necesitados y los más pobres. La fisonomía de las “Casas de vacaciones” se funda en una hospitalidad virtuosa encaminada a exaltar el primado de la persona, el respeto de las convicciones religiosas, el pluralismo étnico y cultural.
Es una forma de solidaridad concreta y apropiada con una especial actitud de socorrer a quien se encuentra en necesidad, según la enseñanza misma de Jesús.
Dos mesas redondas, dedicadas al tema “Hacia el turismo social, responsable y justo”, afrontaron diversos temas: las casa de vacaciones, como propuesta eclesial de turismo accesible; el turismo como ocasión para conocer realmente a la población local; turismo y diversidad cultural; recurso para salir de la pobreza; viajes solidarios, un tiempo dedicado a los otros; programas eclesiales de turismo sostenible y lucha contra la pobreza; lucha contra la explotación sexual y comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA). Participaron delegados de Italia, Gabón, Brasil, Tanzania, Chile, Argentina y Colombia.
Hubo un diálogo en aula sobre la base de las siguientes cuestiones: ¿Qué puede ofrecer la Iglesia en estos ámbitos? ¿Es posible educar/hacer tomar conciencia a los turistas, a los políticos y a los empresarios?
Se dedicó un cierto tiempo al debate sobre los temas conclusivos y a las propuestas de pastoral para el presente y el futuro.
En la tercera jornada, este miércoles, entre los temas del orden del día, las nuevas tecnologías, las redes sociales y la pastoral del turismo. Habló de ello Gabriele Torresan, observando que los últimos decenios han visto la superposición de nada menos que tres revoluciones: la informática, la telemática y la de las redes sociales, de las que la última está apenas en los inicios. El mundo religioso y eclesiástico no se ha dejado encontrar impreparado ante las dos primeras: ha adoptado rápidamente y aprovechado los nuevos instrumentos tecnológicos y ha captado las oportunidades de internet.
Significativa en este ámbito es la experiencia del portal: hospites.it, nacido de una idea conjunta con el Centro Nacional Ecónomos de Comunidad (CNEC) y desarrollado junto al Centro Turístico Juvenil (CTG), que recoge todas las tres mil casas para vacaciones italianas y guía a peregrinos, grupos parroquiales, familias y turistas en la elección de la estructura religiosa que más se adapta a las propias necesidades. Ahora las redes sociales representan un ineluctable futuro pero también una nueva oportunidad para el turismo religioso y social, siempre que se inscriban en sus dinámicas y sean aprovechadas en sus áreas valoriales.
La ponencia de base fue pronunciada por el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, quien observó que el turismo en el contexto de la nueva evangelización lleva consigo grandes desafíos a los cuales se está llamados a dar prioridad como Iglesia universal. Entre estas prioridades, se subrayan el acompañamiento de las comunidades anfitrionas, de los turistas, de los trabajadores del turismo y de las empresas del turismo. A este respecto, se ponen a punto propuestas litúrgicas y formativas para el acompañamiento y el trabajo en el sector turístico, tomando en consideración todos los elementos que comprende. Se presentan propuestas concretas para la organización del trabajo en el campo misionero y en la evangelización de la pastoral del turismo por partes de las conferencias episcopales, de las diócesis y de las parroquias.
Una mesa redonda sobre el tema: “Experiencias pastorales en el ámbito del turismo de los cristianos”, trató de: oración y celebración eucarística en los lugares turísticos; la celebración de los sacramentos en los lugares turísticos, fuera de las iglesias; propuestas pastorales no litúrgicas para el tiempo de vacaciones; atención a los turistas fuera de los confines de su país. Se alternaron expertos de la República Dominicana, México, España y Alemania.
Una segunda mesa redonda, titulada “Organizar la pastoral del turismo en los diversos niveles pastorales”, profundizó en la coordinación de la pastoral del turismo a nivel continental; en las conferencias episcopales; en el contexto de los programas diocesanos; y en el ámbito de la parroquia. Los relatores fueron del CELAM, Italia, Costa Rica y Bélgica.
Una ponencia se ocupó de la Jornada Mundial del Turismo, como oportunidad para la pastoral, a cargo del padre Horacio Hernández, encargado del sector en México.
Se habló también de los voluntarios para la acogida, su perfil y formación; el carnet del animador de las peregrinaciones en Tierra Santa, Legislación, dificultades y exigencias; el turismo religioso en los programas educativos universitarios; la reflexión teológica sobre el turismo y el tiempo libre. Aportación de las facultades teológicas. Los ponentes de esta mesa redonda, con el título de “Formación en el ámbito del turismo religioso”, fueron de Canadá, Tierra Santa, Argentina y Polonia.
Los cerca de 250 participantes de cuarenta países, de cuatro continentes, se trasladaron para asistir a la bendición del terreno donde será edificada la iglesia de Santa María del Mar, en la laguna de Nichupté, que será dedicada a la pastoral del turismo.