EL CAIRO, viernes 30 agosto 2012 (ZENIT.org).- Ante los hechos de violencia en Siria, la sección de Medio Oriente y Noráfrica de la organización «Religiones por la Paz», hizo ayer un llamado pidiendo el cese del derramamiento de sangre en el país árabe.
Reunidos en El Cairo los días 28 y 29 de agosto, un grupo de estudiosos religiosos sirios, junto a musulmanes y cristianos, examinaron la deteriorada situación en Siria. Al final de la cita, denunciaron el asesinato y la violencia en el país mediante un comunicado al que denominaron «un grito de dolor y agonía».
Entre los puntos más dramáticos de la declaración, los líderes solicitaron «el cese de todo tipo de asesinatos», invocando al ejército «a retirarse a sus cuarteles» y a que «se detengan todas las acciones armadas de la oposición». Asimismo, exigieron «la liberación de todos los presos políticos, presos de conciencia, personas secuestradas y prisioneros de guerra», y a respetar «las demandas del pueblo por la libertad, la democracia, la justicia, la igualdad y el derecho a la manifestación pacífica», invocando a reconocer estos derechos como legítimos.
En otra parte del comunicado, advierten sobre la necesidad de que «los Estados y las organizaciones internacionales puedan proporcionar asistencia humanitaria inmediata», incluyendo a los países vecinos para que ofrezcan sus hospitales a fin de recibir al mayor número de heridos.
‘Religiones por la Paz’ concluye su comunicado con un deseo «de reconciliación nacional y de paz, descartando rencores y haciendo hincapié en la necesaria convivencia entre todos los ciudadanos de Siria.» Comprometen también a todos los creyentes «a orar al Señor para salvaguardar Siria y restaurar la seguridad, la paz y la prosperidad en la Tierra.»