¿Hasta cuándo Facebook va a ser cómplice de la cristianofobia que circula por las redes sociales? Ya se sabe que uno cree lo que quiere creer. No hace mucho, algún navegante ocioso descubrió nuestra página en esta red social y decidió denunciarnos por invitar a personas desconocidas a formar parte de nuestro círculo de amigos. Falsedad más que notoria, porque a la primera que no le interesa tener amigos indeseables es a ZENIT.
Posteriormente, a través de una lectora, descubrimos un infundio contra Benedicto XVI y el abuso a menores, que circula por las redes desde hace dos años, y del que Facebook no se ha molestado en comprobar la veracidad y censurarlo como nos ha censurado a nosotros, impidiéndonos por una semana poder invitar a amigos o responder a las solicitudes de amistad. Vamos, como el papá, o gran hermano, que castiga al niño a no salir con los amiguitos una semana.
Habría que ver qué pasa en China con Facebook. ¿Ejerce la autocensura interesada como la que practica Google para que se le permita su difusión en el gigante asiático? A cambio, claro de limitar la libertad de expresión.
Hace tiempo circulan en las redes contenidos pornográficos usando de modo abusivo y ofensivo para 1.200 millones de católicos la imagen del papa Benedicto XVI. Evidentemente los católicos no emitimos fatuas ni mandamos asesinar a quienes ofenden nuestras figuras y símbolos, como sí lo hacen los ultras islamistas. Seguramente los valientes ofensores de nuestra religión se lo pensarían un poco, antes de mezclar nuestros símbolos con pornografía pura y dura, si tal cosa sucediera.
En cambio la red social más extendida está muy pronta a actuar con celeridad cuando se trata de censurar páginas católicas. La plataforma HazteOír acaba de presentar una campaña de recogida de firmas para exigir a Facebook que “revise la denuncia” que motivó la censura de la página Memes Católicos y devuelva esta a su administrador, el peruano Yhonatan Luque Reyes, de 24 años. La destinataria de las firmas recogidas por HazteOír es Natalia Basterrechea, responsable de asuntos públicos de Facebook en España.
Tal como denunció ACI Prensa, el viernes 25 de enero, sin explicación alguna, Facebook eliminó la página creada por el joven peruano y dejó a sus más de 115.000 seguidores sin poder acceder a los “memes”. Según informó Yhonatan, en diciembre pasado Facebook le notificó que varios usuarios denunciaron su espacio porque supuestamente violaba el número 3.7 de la declaración de derechos y responsabilidades de Facebook sobre lenguaje que incita al odio. En esa ocasión, la red social le dio la alternativa de conservarla colocando la etiqueta [Humor polémico] delante del nombre Memes Católicos.
Yhonatan explicó que “el numeral 3.7 de las políticas de seguridad de Facebook dice que está prohibido subir material que incite al odio, material pornográfico, material que induzca a la violencia, y supuestamente para la red social, Memes Católicos está promoviendo este tipo de contenidos y esto no es cierto». «Mi página se centra en subir viñetas para evangelizar, para catequizar, para mostrar lo que la Iglesia tiene que decir, para mostrar nuestra enseñanza tal y como es», aseguró el joven Yhonatan.
HazteOír subrayó que, en el momento de su censura por parte de Facebook, la página Memes Católicos contaba “con más seguidores que medios asentados, como los españoles ABC, El Mundo o la Cadena SER”. La plataforma española remarcó que esta censura a la página católica en Facebook “ha sido interpretada como un ataque a la libertad de expresión y de religión por muchos medios de comunicación”. “La indignación está recorriendo las redes sociales, las muestras de apoyo se cuentan por millares, testigos oculares de que los hechos denunciados son falsos”, indicó.
El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales del Vaticano también se hizo eco, a través de su cuenta en la red social Twitter de la denuncia contra la censura de Facebook.
Para HazteOír, esta red social “puede volver a analizar los hechos y restituir la página a su administrador”. “Podemos ayudar a Facebook a descubrir el engaño y mostrar que puede ser también un espacio amable para el desarrollo de la actividad de los cristianos”, aseguró la plataforma española. Y advirtió: «Hoy la injusticia ha sido cometida contra Yhonatan, mañana eres tú quien puede sufrirla”.
En la carta destinada a Natalia Basterrechea, se le informa que la página Memes Católicos fue “denunciada falsamente por incitación al odio simplemente por el hecho de mostrar contenido cristiano”. “Por favor, revise la denuncia, devuelva la página a su administrador y permita que Facebook, como ha demostrado en muchas ocasiones, sea también un espacio amable para el desarrollo de la libertad de religión de los cristianos”, demanda la misiva.
“No es la única pagina católica que han atacado –decía un lector de ZENIT, cuando supo de la censura que nos impuso Facebook por una denuncia anónima y no comprobada–, es la tercera de la que me entero, hay que poner una denuncia sobre esto, ya que recibo por ejemplo información de hermanos retirados y no los ando eliminando ni denunciando, y mucho menos atacando pero así son algunas personas de mente estrecha”.
En un Estado de Derecho, el acusado es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. En el Estado de Antiderecho de Facebook, el acusado es culpable hasta que no demuestre su inocencia, con lo que la red social invierte injustamente la carga de la prueba.
Hay que recordar también entre los ataques memorables a páginas católicas, uno del grupo de ciberactivistas Anonymous, denominado Operación Fariseo, contra diversos sitios web de la Iglesia católica en México, en protesta por la visita de Benedicto XVI al país azteca, en marzo de 2012.
El usuario de Twitter, Anonymous Hispano (@anonopshispano), anunció el ataque a páginas como la de la Archidiócesis de México y el Instituto de Comunicación y Filosofía. El ataque emuló al del grupo Anonymous España durante la visita del papa a Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud de 2011. El grupo justificó sus ataques diciendo que la Iglesia católica había “encubierto violaciones a menores” y acusaba a esta institución de “prohibir el matrimonio a los sacerdotes”.
Qué buena manipulación del lenguaje: ¿Cómo se puede prohibir algo que es condición indispensable para acceder al sacerdocio, según las leyes de la Iglesia? Es como si hoy las autoridades españolas colocaran carteles por todos los espacios públicos diciendo: “Prohibido robar”. Pues eso, señores de Facebook, no me roben amigos.