Mañana, 5 de febrero, la organización no gubernamental de desarrollo Manos Unidas presenta su Campaña LIV contra el hambre. La edición de este año tiene como lema “No hay justicia sin igualdad”.
Durante doce meses, afirma esta ONGD católica, “haremos hincapié en denunciar las muchas injusticias que enfrentan las mujeres en su camino hacia la igualdad y, también, mostraremos cómo con esfuerzo, trabajo y voluntad, puede cerrarse la brecha que separa a hombres y mujeres en muchas sociedades”.
Manos Unidas, cuya actividad de lucha contra el hambre fue inspirada por la Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas cuando Pilar Bellosillo, líder católica, la única observadora laica española en el Concilio Vaticano II, era presidenta de esta organización internacional.
Guerra al hambre
La Campaña Contra el Hambre en el Mundo nació en 1959 impulsada por las Mujeres de Acción Católica de España, lideradas por Pilar Bellosillo. Era respuesta al Manifiesto de la UMOFC de 2 de julio de 1956, suscrito por más de cien asociaciones femeninas católicas para declarar la “guerra al hambre”.
El segundo domingo del mes de febrero, Manos Unidas celebra su Jornada Nacional. El viernes anterior tiene lugar el Día del Ayuno Voluntario, en solidaridad con los millones de personas que ayunan en el mundo por necesidad.
En el origen de la campaña, Manos Unidas fomentaba en colegios y parroquias fundamentalmente dedicar un día de Cuaresma a practicar el ayuno voluntario y donar el importe de la comida a la campaña de lucha contra el hambre en el mundo.
Su estructura diocesana le permite una presencia capilar en toda la geografía española. Gracias al trabajo realizado por sus 70 delegaciones,
Manos Unidas acerca de modo efectivo y palpable la realidad de los países más pobres a la sociedad española.
Liderada fundamentalmente por mujeres, Manos Unidas se ha convertido con el tiempo en una ONGD respetada y valorada, cuya gran credibilidad ha hecho aumentar cada año sus ingresos.
Cuenta con un apoyo continuado y fiel de sus socios. En 2011, 90.515 personas apoyaron a esta organización con sus donativos. Numerosos colaboradores externos aportan servicios profesionales y asesoramientos puntuales.
Manos Unidas centra su trabajo en dos actividades complementarias: la sensibilización de la población española hacia la situación de los países en desarrollo; y apoyo y financiación de proyectos de desarrollo en África, América, Asia y Oceanía.</p>
Por su página web, sabemos que en 2011 promovió un total de 605 proyectos, en 58 países, por un valor de 35.609.415,44 de euros. Seguramente, mañana, cuando Manos Unidas presente sus resultados, estas cifras habrán aumentado, pues lo más sorprendente de esta prolongada crisis económica, política y social, según se ha podido saber por otras entidades solidarias es que la ayuda de los españoles no sólo no ha dimisnuido sino que ha aumentado. Un activo a valorar en todo el maremagnum de corrupciones e ineptitudes que parecen dominar la vida política del país, de las que no se salvan ni las instituciones más sagradas de la democracia.
Ser mujer es un riesgo
Este año, Manos Unidas se centra de modo especial en el largo camino hacia la equiparación de derechos de las mujeres del mundo en desarrollo. La entidad afirma que la crisis ha agudizado la situación de pobreza de millones de mujeres y niñas en el mundo. Señala, como ejemplos de esta desigualdad, que en algunos países ser mujer es un riesgo incluso antes de nacer; el 60% de las personas con hambre crónica en el mundo son mujeres y niñas; y el 98% de las víctimas de la trata en todo el planeta son mujeres y niñas.
La campaña de este año está basada en el tercero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: “Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer” y apela a colaboración en la defensa efectiva del desarrollo integral de todas las personas.
Mañana, en una rueda de prensa, presentarán la campaña Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas, que esbozará las líneas básicas de la campaña, algunos proyectos de apoyo a la mujer con los que colabora Manos Unidas, ejemplo de trabajo en la lucha por la justicia y la igualdad; y dará a conocer los resultados económicos provisionales del año 2012.
Estarán también dos invitadas, que harán un balance de la situación de la mujer en África y en Centroamérica, deteniéndose más concretamente en problemas como la violencia contra la mujer en El Salvador y la trata de niñas en Togo.
Ana Isabel López de Guevara, una de las intervinientes, desde 1988, ha dedicado todos sus esfuerzos a luchar por los derechos de las mujeres de su país. Es directora ejecutiva del Movimiento Salvadoreño de Mujeres (MSM), que fundó junto a un comprometido grupo de mujeres. Desde el MSM trabajan por el cambio en las políticas públicas para mejorar la situación y posición de la mujeres salvadoreñas.
La otra participante es la hermana Nuria Juvanteny, de la congregación de Carmelitas de la Caridad. Maestra y educadora de parvulario, fue responsable de una guardería en la ciudad de Moande, en Gabón, 17 años. Permaneció dos años en la República Democrática del Congo trabajando dos años en proyectos de formación de la mujer. Tanto en Togo como en Gabón, junto a otras hermanas, atendió proyectos, con la colaboración de Manos Unidas, de atención a niñas y jóvenes víctimas de la trata. Reside en Barcelona a la espera de volver al Congo en mayo.
¿Por quélo hacemos?, se pregunta Manos Unidas en su página web. Y responde con unas palabras del obispo de Calahorra-La Rioja Juan José Omella: «Si dura, difícil y penosa es la crisis económica que sufren los países de la Unión Europea, y en especial España, penosa, dura y muy difícil es la situación de muchos países del Tercer Mundo donde muchas personas mueren cada día de hambre. La crisis que sufren estos países no es de los últimos años; ellos la sufren siempre, desde que nacen hasta que mueren. Carecen de comida, de medicinas, de los recursos más elementales para salir adelante».