La parroquia de Abla vive en estos días la continuación del rodaje de la película “Martyrium”: un filme que narra la entrega de la vida por la fe que protagonizaron Apolo, Isacio y Crotato, los santos mártires patronos de la población.
Este proyecto que inició el párroco José Antonio Díaz se inspira en el deseo de dar a conocer los orígenes cristianos de una villa de la provincia andaluza de Almería –correspondiente a la antigua población romana de Abula–, y en la convicción de que “el martirio no es un hecho puntual y aislado sino una constante en la historia de la Iglesia, también en nuestros días”, afirman los impulsores del proyecto.
Según los plazos establecidos está previsto estrenar la película el próximo mes de abril, periodo muy apropiado, la Pascua. Abla celebra sus fiestas patronales entre los días 19 y 21 de abril, dedicadas a los santos mártires Apolo, Isacio y Crotato.
Mientras tanto, se está trabajando en el proyecto de una exposición permanente de Martyrium en la misma parroquia. “Conocer nuestro pasado es crucial para afrontar el futuro”, afirman los impulsores de este proyecto.
Centro internacional sobre el martirio en época romana
El inicio de lo que va tomando visos de ambicioso proyecto fue una idea del joven párroco de Abla Antonio Ramón Salvador Martín. Este impulsó distintas actividades en el municipio, como el inicio de la grabación de una película sobre la primera evangelización de Abla, en el siglo I, y el martirio de los santos mártires Apolo, Isacio y Crotato, a principios del siglo IV. Este primer trabajo sienta las bases para la puesta en marcha de un museo-exposición sobre el pasado romano y cristiano de Abla. Todas estas actividades y otras que no llegó a iniciar, por ser trasladado del municipio, el párroco las integra en un sólo proyecto: Martyrium.
El testigo es recogido por un grupo de abulenses que fundan, el 19 de agosto de 2012, la Asociación Cultural Martyrium, cuyo principal objetivo es el estudio, recuperación, difusión y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural de Abla, centrado principalmente en la etapa comprendida entre la evangelización de esta villa hasta la era martirial romana y su posterior repercusión en la cultura y tradición abulense. Ese es el principal objetivo pero no es el único.
Se puede afirmar que la ciudad de Abla es un martyrium, un santuario cristiano consagrado a un mártir. Evangelizada por san Segundo, tiene el privilegio de ser una de las siete comunidades cristianas más antiguas de España, con unos santos patronos que padecieron martirio en la última gran persecución del Imperio Romano, y que según la tradición fueron ejecutados en esta villa. Por ello la tradición y cultura abulenses no se conciben fuera del cristianismo.
Martyrium, dicen sus impulsores, “no debe quedarse en la realización de una película y la organización de una exposición sobre nuestro pasado, debemos ir un poco más allá y por ello el siguiente paso será el conseguir impulsar la creación de una exposición permanente sobre la era martirial romana que englobe otras actividades como conferencias, ponencias, publicaciones, etc.
Todo ello para lograr que Abla sea “el único centro de interpretación de la era martirial romana de todo el mundo. Un gran proyecto, sin duda el proyecto cultural más importante de la historia de Abla”, aseguran con convicción.
¿A qué llamamos era martirial romana?
Y ¿a que llamamos era martirial romana? La respuesta la da el historiador Jesús Simón: “La era martirial romana se extendió desde la persecución de Nerón hasta Constantino quién dio, por fin y definitivamente, paz a la Iglesia. Duró, por tanto, como se indicó, tres siglos: los tres primeros siglos de existencia de la nueva religión que hubieran acabado con cualquier otra institución que no hubiese sido divina».
Abla está situado en la comarca de Los Filabres-Tabernas y a 65 kilómetros de la capital de la provincia. En 2012, contaba con 1.465 habitantes.
Ha sido identificada con la antigua ciudad romana de Abula, de ahí el genticio “abulense”, que comparte con la ciudad castellana de Ávila. La confusión vino cuando Ávila fue confundida con la antigua Abula, mencionada por el geógrafo Ptolomeo (siglo II), en su obra Geographia (II 6, 60), que localiza en la regio ibérica de Bastetania.
Los historiadores modernos han revisado la geografía ptolomeica de la península ibérica, identificando la ciudad de Obila, situada en la región central de los vettones con Ávila, mientas que Abula la localizan en la región sureste de Bastetania, junto con la ciudad de Acci (actual Guadix), que geográficamente está próxima a Abla.
Aparece mencionada históricamente como una de las primeras ciudades hispanas cristianizadas en el siglo I, según la tradición cristiana de los Siete Varones Apostólicos. Los citados varones eran discípulos de san Pedro y san Pablo en Roma. Entraron en la península, probablemente por Cataluña, y descendieron hacia la Bética hasta llegar a Guadix. Allí se dispersaron para evangelizar la región sur de Hispania. Toda Andalucía está sembrada por la huella de estos primeros evangelizadores, alguno de ellos mártir. El evangelizador de Abla, el varón apostólico san Segundo, estableció en ella su sede episcopal.
Los interesados en ver el trailer, o profundizar aún más en esta empresa que ha involucrado a todo el pueblo, pueden hacerlo a través de los siguiente enlaces:
http://acmartyrium.blogspot.com.es/.
http://www.youtube.com/watch?v=eFMR1H7592k&feature=player_embedded.