El papa Francisco recibió esta mañana en el Palacio Apostólico al presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón.

Lo indicó la oficina de prensa de la Santa Sede, en una nota en la que subraya “la atmósfera cordial en la que se han realizado las conversaciones”.

El papa Francisco encontró a Santos en la Sala del Troneto, anexa a la biblioteca privada. "Encantado de estar aquí", le dijo Santos. Francisco le respondió "mucho gusto". Y de allí fueron a la biblioteca privada, donde se sentaron uno delante del otro en la mesa de trabajo del papa.

El presidente abrió la conversación indicándole al santo padre que en Colombia habían sido muy apreciadas sus palabras en la ceremonia de canonización de santa Laura Montoya, sobre la situación del país y sus oraciones por la paz.

Francisco quiso conocer a través del relato del presidente Santos, la situación en que se encuentran las conversaciones de paz que están realizando los representantes de su Gobierno en La Habana, con el grupo narcoguerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Y le manifestó “el deseo de que las partes implicadas prosigan las negociaciones” las cuales precisó, deben ser “animadas por una sincera búsqueda del bien común y de la reconciliación”.

En el encuentro a puertas cerradas que duró unos 15 minutos, trascendió que se analizaron diversos desafíos enfrentados por Colombia, en modo particular las desigualdades sociales. El santo padre le pidió además al mandatario colombiano, que no se olvide de dar asistencia a las víctimas del conflicto.

Otro tema que han abordado –indica el comunicado de prensa del Vaticano-- es la aportación de la Iglesia a la promoción de la cultura del encuentro y de sus obras al servicio del progreso humano y espiritual de Colombia, en particular, de los más necesitados y de los jóvenes.

“Se ha hablado --añade el comunicado-- de la figura de la Madre Laura Montoya Upegui, primera santa colombiana y fecunda intérprete de las raíces cristianas del país, canonizada ayer domingo, en la Plaza de San Pedro”. Y el mismo concluye reiterando “el compromiso de la Iglesia en favor de la vida y de la familia”.

Después del encuentro con el santo padre, el presidente Santos ha estado con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.

Concluido el cuarto de hora con el papa y el coloquio con las autoridades eclesiásticas, Santos encontró a la prensa. “Hemos hablado de muchos temas --dijo -- y de lo necesario que es perseverar en la búsqueda de la paz en Colombia”.

“Ese objetivo es solo para los valientes --me dijo el papa-- ya que si bien puede ser costoso son de los que más valen la pena”. Añadió que al conversar sobre los negociados de paz salió el término 'espíritu de encuentro'.

Y transportando el tema a sus vecinos venezolanos y su actual presidente, Santos reconoció: “Con Chávez y Nicolás Maduro tenemos profundas diferencias, pero estas no nos impiden encontrar puntos en común para trabajar en favor del bien de nuestros pueblos".

El presidente colombiano invitó al papa a Colombia, y si bien Francisco le agradeció la deferencia, no confirmó ninguna fecha y le confió que no le gusta mucho viajar.

Sobre la madre Laura el presidente indicó que ella “tiene unos escritos y una vida, que en este momento es especialmente importante para que todos los colombianos nos sintamos inspirados. Lo más importante es la capacidad de perdonar, la capacidad de reconciliarse. Desde que tenía dos o tres años su madre le enseñaba a perdonar. Ni más ni menos rezaba por la persona que asesinó a su padre. Y eso hoy Colombia sí que lo necesita: la capacidad de perdonar, la capacidad de reconciliarse”.

El santo padre le obsequió al presidente tres medallas del pontificado, y un rosario a cada uno de los once miembros del séquito, entre los cuales la canciller, María Ángeles Holguín, el alcalde de Medellín Aníbal Gavidia, y el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Germán Cardona.

Por su parte el mandatario colombiano le regaló al papa el libro "Cien Años de Soledad", del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, de una edición particular. El papa al recibirlo le indicó: “¡Es un libro que me gustó mucho!”. Y la esposa del presidente, María Clemencia de Santos, le entregó al santo padre una imagen en cerámica de la Virgen, hecha por artesanos de la región colombiana de Raquira.