El Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra los cristianos revela 41 ejemplos de leyes nacionales con efectos adversos sobre los cristianos en más de 15 países europeos. Además se informa sobre 169 casos de intolerancia contra los cristianos en la Unión Europea.
El informe fue presentado el 21 de mayo en una Conferencia de Alto Nivel sobre Tolerancia y No Discrminación, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que tuvo lugar en Tirana, Albania, en una ponencia presentada por la directora del Observatorio Gudrun Kugler.
El informe tiene 69 páginas y contiene dos partes: la primera, restricciones que afectan a los cristianos en Europa y, en segundo lugar, los casos más llamativos de intolerancia y discrminación en toda Europa en 2012.
La base para la investigación fue un estudio realizado por el Observatorio en 30 países en 2012.
Los problemas destacaban especialmente en las siguientes áreas: límites a la objeción de conciencia; freno a la libertad de expresión; violeaciones de la libertad de asamblea y asociación; políticas de igualdad discriminatorias; limitación de los derechos parentales.
Gudrun Kugler ha declarado: «Me siento contenta de que finalmente el problema de la intolerancia contra los cristianos en Europa salga a la luz: el Consejo de Europa, la OSCE y las instituciones europeas han empezado a trabajar sobre ello».
Y añade: «Algo que yo me he preguntado es en qué medida se puede discriminar contra una mayoría. No es el cristiano nominal que está plenamente alienado con la mayoría de la sociedad el que sufre discriminación. Son aquellos que se esfuerzan en vivir de acuerdo a las altas exigencias éticas del cristianismo los que sufren un choque. Estos no son la mayoría. E incluso si lo fueran, la historia ha mostrado que una minoría líder puede discriminar contra una mayoría pacífica, como vimos en el llamativo ejemplo del apartheid».
El Observatorio recomienda a quienes diseñan las políticas buscar una «razonable acomodación» cuando se da el choque entre la gente de fe y la mayoría que parece no estar a gusto con la religión. Hace un llamamiento a los países a desagregar datos también relativos a los crímenes de odio contra el cristianismo.