El primero de junio, el papa Francisco recibirá al presidente del Uruguay, José Mujica. Será el encuentro de dos personalidades de la parte austral de la América Latina, ambos venidos «del fin del mundo».
También coinciden en otras cosas, como lo dijo el presidente uruguayo ante la elección de Bergoglio: «solo nos une el tango y el mate». Y esto lo sabe el santo padre, especialmente porque en el gobierno del ex-guerrillero se han aprobado con celeridad las leyes a favor del aborto y de la unión civil de personas del mismo sexo.
Sin embargo lo recibirá y hablarán. Como también lo hizo Francisco con su compatriota la presidenta Kirchner, aunque esta no le atendiera ninguna de las quince veces o más en que el entonces arzobispo de Buenos Aires le pidió audiencia.
Toda esta coherencia del papa gusta, especialmente a los cristianos de a pie, que buscan más motivos para sostener erguida su pertenencia a la Iglesia…
Un consejo a Mujica
Leemos en una nota de prensa del episcopado uruguayo, que ante la inminencia del viaje del presidente de la república, José Mujica, a Europa, que incluye un encuentro con el papa Francisco el primero de junio, «el obispo de Minas, monseñor Jaime Fuentes, le sugiere un tema para departir con el santo padre».
Fue así que días atrás el prelado publicó en su blog un «post» con una carta abierta a Mujica, ante las dificultades que atraviesan los colegios católicos en muchas zonas del país, entre ellas Casavalle, al no recibir ninguna ayuda del Estado.
En la publicación on line, el obispo de Minas califica al pueblo de Casavalle como «el Chiapas del Uruguay», debido al alto índice de violencia y muerte que se registra entre la población joven que según el blog, «matan y se matan por unos gramos de droga». Monseñor Fuentes atribuye a esto que la inmensa mayoría «jamás oyeron hablar de Dios, ni de Jesús, ni de los mandamientos…»
Antes del viaje al Vaticano, el también obispo presidente de las comisiones episcopales para la ‘Pastoral Familiar y la Vida’ y del ‘Diálogo con los no creyentes’, cuestiona al presidente Mujica sobre el futuro de los colegios católicos con una pregunta: «¿No le parece que, de una buena vez, ya es hora de solucionar este asunto y que reciban del Estado lo que es justo?”
Casavalle es un barrio pobre de Montevideo, que presenta heterogeneidad en sus niveles de desarrollo social y con un alto número de asentamientos humanos irregulares.