El cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, expresó la satisfacción de los obispos del país por los avances que se han dado en los diálogos de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El purpurado aseguró que espera que a través de un «diálogo transparente que busque el bien común de todos los colombianos», los delegados del Gobierno y de las FARC «puedan proseguir –incluso con mayor celeridad- su delicada misión de establecer las bases de un cese definitivo del conflicto armado», donde se dé un acompañamiento especial a las víctimas y que el proceso tenga un ritmo adecuado.
El cardenal recordó que «el tema de la tierra es fundamental para la construcción de una paz auténtica» y confió en que el acuerdo logrado «pueda traducirse en la implementación de una eficaz política de desarrollo agrícola que priorice y tutele los derechos y legítimos intereses de las familias campesinas.»
En rueda de prensa en la sede del Episcopado, el arzobispo de Bogotá destacó la importancia de atender a miles de víctimas de la violencia, a quienes les ratificó el apoyo y solidaridad por parte de la Iglesia.
«Los obispos estamos convencidos de que la paz pasa necesariamente por el reconocimiento de la dignidad de las víctimas de la violencia y por la tutela eficaz de sus derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación», afirmó.
Por ello, indicó el cardenal Salazar, «reiteramos nuestra solicitud respetuosa a la mesa de negociaciones para que el proceso en curso abra espacios de participación que permitan visibilizar, escuchar y atender los legítimos requerimientos de quienes, de una parte o de otra, han sufrido directamente las consecuencias del conflicto».
Para concluir aseguró que espera que las FARC dejen de recurrir a las armas y puedan alcanzar sus metas a través de los canales democráticos. «Como Iglesia veríamos un gesto sumamente importante que se entreguen todas las armas», precisó.