El Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos fue entregado a la argentina Natty Petrosino, quien realiza desde hace más de 40 años una importante labor humanitaria con los más desprotegidos.
Lo indicaron ayer los medios de Navarra, precisando que este martes 4 de junio el galardón le fue entregado en la Universidad Pública de dicha ciudad, y el el premio que está dotado de 36.000 euros.
Sin ningún apoyo institucional fundió en su país una red de ayuda a los pobres y enfermos. Ahora vive en una casa rodante con la cual viaja por Argentina asistiendo a personas desfavorecidas y a comunidades indígenas.
En los años 60 Natty Petrosino era modelo y actriz de cine, de clase acomodada. Según relató en la rueda de prensa, a los 27 años debido a una grave enfermedad descubrió a Dios y cambió su vida.
El jurado del Premio Internacional Jaime Brunet 2012 quiso en Natty Petrosino, reconocer a “todas aquellas personas que están comprometidas en la defensa de los derechos humanos y a las que, desde la sencillez, sin publicidad y con humildad, entregan su vida a la ayuda de los más desprotegidos”.
El jurado indicó que espera que el galardón y los fondos con los que es dotado, ayuden a Natty Petrosino a “avanzar y expandir sus objetivos y programas, además de estimular los esfuerzos de otras personas en su apuesta por conseguir una sociedad más justa y plural, respetuosa siempre con los derechos fundamentales del ser humano”.
Petrosino calificó la situación de su país como dramática, debido a la inflación que hace que “la gente casi no pueda comprar nada” y consideró que en su país existe una “democracia desfasada”.
Petrosino es laica, no pertenece a ninguna congregación religiosa o institución, y decidió dedicarse a esta labor abandonando su vida confortable. Es esposa y madre de familia con dos hijos.
En 1978 fundó el Hogar Peregrino San Francisco de Asís, destinado a acoger a los necesitados, y lo amplió en 1980 con otra casa de acogida para varones con discapacidad (cotolengo). Con el quiebre económico del país en 2001, el Hogar Peregrino San Francisco de Asís se dedicó a dar víveres a través de las “ollas populares”.
También estuvo en primera línea en diversas catástrofes naturales, entre ellas las inundaciones de 1998 en la provincia de Corrientes e incluso en otros países, como en Nicaragua tras el paso del huracán “Mitch”. Siempre en el exterior, invitada entre 1993 y 1994 por la Embajada Argentina en Rusia, Petrosino realizó iniciativas en Moscú, Chernóbil (Ucrania) y Kazajistán.
A su regreso a la patria se dedicó a los indígenas de su país: mapuches, huarpes y wichis. Para estos últimos, situados en las provincias de Formosa y Chaco construyó dos escuelas, tres salas de primeros auxilios y más de medio centenar de casas.
Petrosino ha recibido varios galardones y fue candidata al Premio Nobel de la Paz en 2009, fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Bahía Blanca y en Italia fue elegida como “Mujer del Año” por el Concejo Regional del Valle de Aosta.