El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, presidió anoche en la catedral de la Almudena una eucaristía por la memoria de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, en el día de su fiesta litúrgica. Muchas familias y jóvenes llenaron el templo catedralicio.
La ceremonia, concelebrada por monseñor Ramón Herrando, vicario regional de la prelatura en España, el cabildo Catedral y numerosos sacerdotes, incluyó oraciones por la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil, las personas que sufren las consecuencias del desempleo y sus familias, así como los frutos de la Misión Madrid y del Año de la Fe.
Al destacar que “todos los santos son ejemplares, heroicos, que ofrecen fórmulas de vida luminosa para sus hermanos”, el cardenal señaló que “San Josemaría es un gran ejemplo, un apóstol de la vocación a la santidad de todos los cristianos”.
El cardenal Rouco animó a “explicar bien con la propia vida y con el ejemplo la llamada universal a la santidad y cómo intentarlo”. Del mismo modo alentó a “ser testigos de la fe” y recordó que “esta actitud de ejemplaridad y de servicio es una contribución decisiva para superar la crisis”. Y añadió: “Haced presente a Cristo en vuestra vida, porque es el mejor antídoto contra la angustia y la depresión”.
El cardenal al concluir recordó que “la crisis social de nuestro tiempo es muy grave”, junto a “la crisis de fe, esperanza y amor por la que está atravesando el mundo. Y la respuesta es la que san Josemaría dio: hay que santificar la vida y la realidad desde dentro de ella misma”.