Las 49 propuestas del congreso de dos días que llevó por título “La trata de personas: la esclavitud moderna”, que se ha realizado el 2 y 3 de noviembre en la Casina Pío IV, tema conectado íntimamente a la explotación sexual, la droga y el tráfico de órganos, han sido presentadas hoy en la Sala de Prensa del Vaticano,
Participaron en la rueda de prensa Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias; el director del Centro estudio del Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía, Juan José Llach; El presidente de la Federación de las Asociaciones de Médicos Católicos (Fiamc), José María Simón Castelví, y el director de la oficina de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi.
Mons. Sánchez Sorondo indicó que el éxito del encuentro entre otros factores se vio confirmado por la cantidad de asociaciones y entes que pidieron enviar a observadores, en total unos 90. Indicó que la línea general entre relatores y observadores evidenció la necesidad de un mayor apoyo de la Iglesia ante la gravedad del problema del tráfico de seres humanos y la explotación.
Y que esto era necesario porque “los que más han logrado imponerse en el mundo de la globalización, fue la criminalidad”.
Subrayó que todos han indicado el lado negativo de la globalización de la indiferencia y en la propuesta final se ha hablado de organizar una nueva red “y esto veremos cómo se podrá hacer”, indicó Sánchez Sorondo, si bien reconoció que la amplitud de la iniciativa es superior a los medios de la Pontificia Academia de las Ciencias.
Subrayó que “en el interior del problema está el tráfico de personas con finalidad de explotación sexual” y añadió que “hemos observado una nueva actitud muy radical contra la prostitución” en la línea de lo que Benedicto XVI había solicitado al embajador Alemán ante la Santa Sede. O sea que hoy es necesario “combatir de manera más enérgica la prostitución y el material de este tipo en internet” y que “la Santa Sede se ha comprometido a seguir esto con energía”.
El canciller de la Academia de las Ciencias indicó que el congreso se realizó por voluntad explícita del papa Francisco en una carta manuscrita que le envió: “Marcelo: Creo que sería bueno tratar sobre trata de personas y esclavitud moderna. La trata de órganos puede tratarse en conexión con la trata de personas. Muchas gracias. Francisco”.
Indicó que sobre este tema “el papa Francisco tiene una particular sensibilidad y por este motivo calificó como ‘precioso’ el material fruto de nuestro simposio’.
En respuesta a este deseo del pontífice y en colaboración con la Federación Internacional de las Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC), organizaron el congreso en la Casina Pío IV.
Entre los 22 ponentes estaba Jeffrey Sachs, catedrático de la Universidad de Columbia y asesor especial de la ONU para los Objetivos de Desarrollo del Milenio; el director de la Oficina de la ONU contra la droga y el crimen, Yuri Viktorovich, o la coordinadora de la Comisión Europea de lucha contra la trata, Myria Vassiliadou.
A este encuentro le seguirán, sobre el mismo tema, otro seminario en 2014 y una sesión plenaria de las dos Pontificas Academias en 2015.
“A nadie se le ocurre negar hoy –se indicó durante el congreso– que la trata de personas constituye un crimen escandaloso contra la dignidad humana y una violación grave de los derechos humanos fundamentales, además de ser un evidente acelerador de lucro criminal en nuestra centuria”.
“Algunos observadores sostienen que en pocos años la trata de personas superará el tráfico de drogas y de armas y se convertirá así en la actividad criminal más lucrativa del mundo”, denunciaron. Por otra parte, “la trata sexual internacional no se limita a las zonas pobres y subdesarrolladas sino que se extiende virtualmente a todas las regiones del globo. Mientras que los países con una vasta (y a menudo legal) industria sexual engendran la demanda de la trata de mujeres, jóvenes y niñas, los países económicamente deprimidos proporcionan mayormente el suministro. Es en estos últimos donde los traficantes pueden reclutar con mayor facilidad”, concluyeron.
Según el reciente informe «UNODC 2012 Report on Trafficking», se estima que cada año alrededor de 2 millones de personas son víctimas del tráfico sexual, de las cuales el sesenta por ciento son niñas. El tráfico de órganos de seres humanos afecta en cambio a unas 20.000 personas, a las cuales, con diferentes formas de engaño se les extraen de forma ilegal órganos como el hígado, el riñón, el páncreas, la córnea e incluso el corazón.