Con motivo de la décima Asamblea Mundial del Consejo de Iglesias, que se está celebrando en Busan del 30 octubre al 8 noviembre, más de 800 fieles cristianos de diferentes confesiones han podido vivir ayer una peregrinación por la paz y la reconciliación en la zona desmilitarizada que divide la península de Corea.
Los participantes a la citada asamblea han viajado a Imjingak, un pueblo en la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte. Una vez allí, se han reunido en la “Campana de la paz”, erigida en esta localidad fronteriza en 1972 como signo y esperanza de una futura reunificación de Corea. La campana ha sido tocada por siete personas, en representación de todas las regiones del mundo, para lanzar un apremiante llamamiento por la paz en toda la península.
Luego, los numerosos fieles cristianos han cruzado el llamado “Puente de la Libertad” de Imjingak, para ver de cerca la realidad de la división. El puente fue inutilizado después del armisticio, firmado el 27 de julio de 1953 como conclusión de la guerra. Los peregrinos se han reunido en oración y cantado himnos bajo el puente, que representa la primera línea del frente de división. Algunos jóvenes han colocado cintas con mensajes y oraciones por la paz en la cerca de hierro a lo largo de la línea de demarcación militar.
En su intervención, el Secretario General del Consejo Ecuménico, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, ha pedido “disminuir la tensión en la península coreana”, expresando la esperanza de los cristianos “de la búsqueda de la paz y la reconciliación”.
Según informa en un comunicado el Consejo Ecuménico, la iniciativa ha marcado la décima asamblea del Consejo sobre el tema “Dios de la vida, condúcenos a la justicia y la paz”, y ha sido pensada con motivo del 60º aniversario de la división entre las dos Coreas. (RED/IV)
Para saber más sobre la décima asamblea del Consejo Ecuménico: http://www.zenit.org/es/articles/mensaje-del-papa-a-la-asamblea-ecumenica-internacional-que-se-realiza-en-corea
