En la segunda jornada del XV Congreso Católicos y Vida Pública, que se está celebrando estos días en la Universidad CEU San Pablo de Madrid, ha tenido especial relevancia la ponencia del consejero de Estado y exministro, Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, titulada “Revitalizar la sociedad. Regeneración intelectual y moral”.
Durante su intervención, Ortega y Díaz-Ambrona ha afirmado que “nos encontramos ante una sociedad civil que pide regeneración”. Y ha añadido que “es la primera vez que esta demanda urgente de renovación se ejercita en un entorno democrático”. “El cristiano debe aprovecharse de la efervescencia social del momento, para hacerse escuchar por nuevas vías”, ha enfatizado.
En este contexto, y desde el punto de vista de la identidad cristiana, “el esfuerzo”, ha explicado Ortega y Díaz-Ambrona, “pasa más por adaptar la acción a las características de la sociedad actual, y encontrar nuevas y mejores formas de presentarse”.
Además, ha apuntado que el regeneracionismo pasa por ceder el testigo: “es momento de dar paso a las nuevas generaciones, pero generaciones, que miran a los que han sido gigantes, tanto en la política como en la vida intelectual”.
Sobre el contenido de esta regeneración moral, que la sociedad pide, ha señalado también que esta renovación “pasa por proyectar en la vida pública los valores de la fe cristiana, que son los que verdaderamente pueden infundir la verdadera esperanza”.
Desde el punto de vista de la regeneración política, el exministro ha indicado que “es necesario un fuerte choque vitamínico de honradez, de vergüenza torera”. Y ha denunciado que los males del estrato político han sido la corrupción, el clientelismo, el favoritismo en la vida interna de los partidos y, en parte, el sistema de listas cerradas, creado para los primeros años de la democracia.
Sobre el sistema electoral, ha pedido encontrar una fórmula “que diera más protagonismo a los electores”, como un nuevo medio para dar vitalidad y responsabilidad a la sociedad.