El arzobispo de Córdoba (Argentina), Mons. Carlos Ñáñez, ha lamentado durante su homilía dominical de ayer los ataques «injustificables» que han sufrido diferentes propiedades de la Iglesia en el país. «La democracia no debe ser usada para agraviar», ha afirmado.
Y es que, con motivo de una manifestación celebrada el pasado jueves en el centro de la ciudad de Córdoba, ha recordado el prelado, «hubo expresiones agraviantes para la Iglesia y que se concretaron en pintadas en la Catedral». «Esto se suma a otros actos que hubo en nuestra Patria, como en la Catedral de Buenos Aires», ha añadido.
Ante estos hechos, el arzobispo ha indicado que «una cosa es que en la democracia expresemos con entera libertad de manera individual y colectiva nuestros reclamos y nuestras convicciones, y otra, es que utilicemos eso para agraviar y ofender a los demás».
«Como sociedad y como Nación, tenemos que saber desaprobar y oponernos a todas esas expresiones de extremismo de derecha y de izquierda que terminan agraviando a la sociedad, a determinados sectores y a las personas, con actos que son injustificables», ha subrayado el arzobispo de Córdoba.
Finalmente, Mons. Carlos Ñáñez ha tenido un especial reconocimiento con «quienes se solidarizaron en ocasión de esas manifestaciones». Y ha concluido, «a nuestros hermanos cristianos no católicos, nuestro agradecimiento por esas expresiones de civilidad».
(RED/IV)