La revista on line del arzobispado de La Habana, Palabra Nueva, en un artículo firmado por su director, Orlando Márquez, indica diez razones por las que considera necesario acelerar las reformas en Cuba, dando otra opción a la clave 'sin pausa pero sin prisa' propuesta por el oficialismo.
Las autoridades cubanas sostienen que es necesario aplicar las reformas de manera paulatina para llegar a un “socialismo próspero y sostenible”, temeroso de cometer errores o deber hacer marchas atrás.
Este proceso de actualización del modelo económico, emprendido por el presidente Raúl Castro, con el aval del Partido Comunista debería ser para el editor de la revista “con prisa para avanzar de forma expedita y sin titubeos, pero con las pausas estrictamente necesarias que posibiliten redireccionar el cauce o apartar los obstáculos estructurales o humanos que impiden el avance”.
En el artículo de opinión, el director de Palabra Nueva indica diez puntos para el cambio. El también portavoz del arzobispado, considera a título personal que “la cuestión del tiempo en este proceso de reformas es importante por varias razones”. La primera es que la espera provoca desaliento y “el desaliento ciudadano no es buen aliado de nadie ni de nada”.
La segunda porque “los indicadores económicos y la canasta familiar siguen siendo escuálidos”. La tercera porque para tener un país próspero, se precisan ciudadanos prósperos, sostiene el editorial.
Cuarto porque en el “2030 seremos un país con el 30 por ciento de la población con más de sesenta años, similar a algunos países desarrollados pero con una peculiar diferencia: nuestro tercio en edad adulta y no productivo, sería un sector pobre en un país subdesarrollado y pobre”.
Quinto porque hay que “crear condiciones” para estimular la natalidad y para que “desincentiven la emigración e incentiven la inmigración de gente más joven dispuesta a trabajar e invertir aquí capital y conocimientos, incluidos cubanos emigrados dispuestos a regresar”.
Sexto porque “es una pérdida de tiempo insistir en la ineficacia probada de la propiedad estatal sobre toda rama de la producción y los servicios”.
Séptimo, “porque la desventaja económica y tecnológica (…) nos coloca en una posición vulnerable ante la necesidad de insertarnos en una economía globalizada y la posibilidad del levantamiento del embargo-bloqueo de Estados Unidos”.
Octavo, “porque la estabilidad económica y la prosperidad personal y familiar, pueden ser un medio eficaz –no el único– para ese noble fin de recuperar determinados valores ausentes hoy en la sociedad” y añade la existencia de corrupción, favoritismo, bajos salarios, la falta de viviendas y el deterioro urbano.
Noveno, “porque acelerar la reforma o actualización y generar riqueza” necesaria para “la salud y la educación”.
Y décimo, “porque cuanto más avanzado esté el proceso de reformas, más propicio será el escenario para quienes tendrán la responsabilidad política de conducir el país en el futuro inmediato”. Y el director Márquez concluye: la “libertad y dignidad han de prevalecer en el tiempo que vivimos en este mundo y la vida no es un ensayo, tenemos la oportunidad de vivirla una sola vez, y ese tiempo es sagrado”.