“Se está produciendo un aumento de las violaciones de los derechos humanos y las ejecuciones en Irán. Las minorías religiosas siguen sufriendo persecución.
Después del acuerdo sobre la cuestión nuclear en Ginebra, la cuestión de los derechos humanos debería estar en el centro del diálogo internacional con el país”: así lo afirma una nota enviada a la Agencia Fides por la ONG “Iran Human Rights” (IHR), formada por los ciudadanos iraníes que han emigrado al extranjero.
El fundador y portavoz de IHR, Mahmood Amiry Moghaddam, declara en la nota: “Acogemos favorablemente el acuerdo sobre la cuestión nuclear. El pueblo iraní no quiere la guerra, pero si que desea el respeto de los derechos y libertades del ser humano”.
Según la ONG, las conversaciones iniciadas sobre la cuestión nuclear son “una oportunidad para ejercer presión sobre la cuestión de los derechos humanos”, alentando “una moratoria de las ejecuciones de pena de muerte”, e instando a los representantes de la ONU en Irán. “La paz y la estabilidad en Oriente Medio sólo se puede lograr cuando se garanticen los derechos humanos al pueblo iraní”, dice el IHR.
Mientras se celebraban las conversaciones en Ginebra, desde mediados de octubre, el IHR ha documentado 90 ejecuciones de muerte en Irán: 50 eran miembros de las minorías étnicas, como presos kurdos, baluchis y otros grupos no persas considerados “enemigos del gobierno”.
Para las minorías religiosas, los grupos cristianos, alauitas y sunitas son sometidos a persecución y violencia constante del estado – dice la Ong – a pesar de los esfuerzos del presidente Rouhani para permitir una mayor libertad de culto.