Monseñor Pietro Parolín, nuevo Secretario de Estado, ayer quiso enviar su «cariño a todos los hispanohablantes y sobre todo a los habitantes de Latinoamérica porque tengo un recuerdo muy cariñoso de todos los años que pasé en Venezuela». Lo hizo respondiendo a la petición de los periodistas allí presentes, de decir unas palabras en español al llegar a la presentación del libro «Entre ética y empresa la persona al centro» del cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, en colaboración con Giuseppe Colaiacovo y Manlio Sodi.
Sobre su trabajo en estos primeros días en el Vaticano comentó que «estoy empezando, entonces cuando se empieza no siempre es fácil y sobre todo un trabajo tan exigente y de gran responsabilidad como es el de Secretario de Estado. Pero con la ayuda de Dios y al lado del papa Francisco espero cumplir con mi tarea». El secretario de Estado, que se incorporó a su trabajo más tarde de lo esperado por una operación quirúrgica, sobre su estado de salud comentó que se siente bien y que «gracias a Dios todo ha terminado».
Asimismo afirmó que «es muy fácil trabajar con el papa porque es un hombre, como todo el mundo sabe, muy sencillo y muy cercano que intenta ayudar y no complicar las cosas».
«Me encuentro bien y espero que esta colaboración pueda crecer día tras día para gloria de Dios y de la Iglesia», concluyó.
Fue él mismo, el encargado de abrir la presentación del libro «Entre ética y empresa la persona al centro». En su intervención recordó que el momento de profunda crisis económica que estamos viendo tiene detrás una profunda crisis antropológica. Añadió que la economía debe estar siempre al servicio del hombre y no al revés. Haciendo referencia al título de la obra presentada subrayó la importancia de poner de nuevo a la persona al centro y nunca puede ser el medio en ninguna actividad y ninguna circunstancia. Por otro lado, señaló que la Iglesia tiene la responsabilidad de comunicar la esperanza que viene del Evangelio, y no solamente la esperanza sino también la alegría, como recuerda Francisco en la exhortación apostólica. Del mismo modo, es necesario «apoyar el compromiso de todos de en la construcción de una sociedad más justa y más digna del hombre, una sociedad abierta a la esperanza y que no está cerrada en sí misma en la defensa de los intereses de pocos, sino que se abra a la perspectiva del bien común».
Por su parte, el cardenal hondureño Maradiga, mencionó el Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, celebrado en Verona del 21 al 24 de noviembre bajo el lema “Menos desigualdades, más diferencias». El cardnal manifestó su deseo de que se realice en más lugares porque es «un signo de esperanza». Profundizando en el tema central del libro, hizo la diferencia entre «hombre de negocios» y «empresario». El primero que sólamente busca el dinero y el segundo que persigue el bien común y cómo ayudar a los otros, y «estos son los que necesitamos
El purpurado subrayó la importancia de que la Iglesia y los sacerdotes tengan conocimiento de economía. Recordó cuando él era encargado del comité económico del Celam e intentado establecer relaciones con institutos de economía le decían «los sacerdotes no saben de economía». Y por eso él, decidió estudiar por su cuenta. Deteniéndose en las dificultades que están provocando la crisis económica, propone ser creativos, investigar, arriesgar… «porque se puede pensar de otra manera en economía».