Fieles católicos y personas de buena voluntad de la Argentina participaron este sábado en la jornada de oración y ayuno por el “flagelo” de las drogas, que se realizó en todos los templos del país convocada por la Conferencia Episcopal Argentina, indicó la agencia de noticias AICA.
En catedrales, santuarios, parroquias y capillas del país se oficiaron misas por esta intención, se rezó por los enfermos y quienes murieron a causa de las drogas, hubo adoración eucarística, marchas “por la vida” en las calles y se elevaron oraciones por las autoridades que deben combatir el narcotráfico.
En la catedral de Buenos Aires, hubo distintos momentos de oración, participó el arzobispo Mario Poli, y se alertó que la droga y el narcotráfico «están dejando un tendal de heridos que reclaman de parte de todos compromiso y cercanía».
En Rosario, el arzobispo José Luis Mollaghan llamó a unirse ante “el flagelo permanente de la droga” y para brindar especial atención a los adictos, mientras que pacientes recuperados dieron testimonio de lo que significa “enfrentar con esperanza este mal”.
El gesto penitencial es la primera acción concreta para acompañar la “preocupación” eclesiástica expresada hace un mes en la declaración «El drama de la droga y el narcotráfico».