“Navidad es tiempo de esperanza”. Con este lema, Cáritas pretende transmitir a todos los españoles una invitación a vivir este tiempo navideño desde la esperanza para, como se señala en los materiales de la campaña, “construir espacios de vida, de novedad, de justicia y de fraternidad, para restaurar los derechos de todas aquellas personas que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad”.
«En medio de una sociedad asfixiada por la crisis, el desempleo y el desánimo para buscar nuevos caminos» — esta organización eclesial — «desde su acción, su denuncia y su compromiso con las personas más vulnerables, anuncia a través de su propia experiencia la necesidad de abrir vías, caminos a la esperanza como un horizonte abierto al cambio que tiene su raíz en el corazón y en el comportamiento de cada persona».
Para ello, con esta campaña Cáritas quiere «ayudarnos a tomar conciencia del gran papel que jugamos cada persona, cada comunidad, cada grupo en este momento de la historia en el que vivimos». Y recordar que «a través de nuestros gestos, opciones, actitudes, somos anuncio de esperanza para otros».
Para el brazo caritativo de la Iglesia en España, la invitación a vivir este tiempo de Navidad en clave de esperanza se basa en la puesta en práctica de propuestas como estas:
En primer lugar, «dando prioridad a las relaciones con los demás, al tiempo que les dedicamos; saliendo a su encuentro, tomando la iniciativa, acogiendo y escuchando».
En segundo, «consumiendo con nuestros cinco sentidos. El comercio justo es una buena opción para acercarse a realidades de otros países y colaborar con una economía sostenible para los productores y sus familias. De esta forma, es posible llenar la Navidad de algo más que de regalos y ser esperanza para otros».
Y por último, «compartiendo algo de nosotros con los que más lo necesitan, nuestro tiempo, nuestros bienes, nuestras habilidades… y dejarse tocar por su realidad».
Además, la esperanza que propone Cáritas para este tiempo de Navidad es, al mismo tiempo, creativa, comunitaria y misericordiosa:
«Creativa porque no se conforma con esperar un mundo mejor, sino que se compromete para conseguir que sea mejor y se dedica a sembrar semillas del Reino».
«Comunitaria porque cuanto esperamos, lo esperamos para todos, ya que la esperanza es solidaria. Y «misericordiosa porque sale al encuentro de todo el que sufre y de todo el que lo necesita. Es una esperanza samaritana que no deja en el camino al que se encuentre tirado y herido».
De ahí que esta campaña subraye «el gran papel que jugamos cada persona, cada comunidad, cada grupo, como constructores de esperanzan en este momento crucial de la historia».
La demostración de que esto es así son los más de 70.000 voluntarios que trabajan en Cáritas para dar esperanza y que en los últimos tiempos se han sumado a esta organización con la voluntad de colaborar como voluntarios o con sus donativos.
Entre estas personas figuran desde gente humilde que ha dado su aportación a pesar de sus estrecheces económicas hasta quienes han cedido temporalmente viviendas que tenían vacías para ayudar a familias con problemas de desahucio, empresas que han ofrecido gratuitamente sus servicios o productos para las necesidades de los más vulnerables, o personas que habiendo sido acompañadas por Cáritas para salir de la exclusión han querido hacerse voluntarios.