El santo padre esta mañana ha recibido a los niños de Acción Católica Italiana (ACR), que le han llevado las felicitaciones navideñas de parte de todo el movimiento.
El papa Francisco ha indicado en su discurso que la ACR es «una bella realidad, difundida y presente en casi todas las diócesis de Italia. Les animo a ser siempre en la Iglesia ‘piedras vivas’, unidas a Jesús».
Francisco les ha recordado que el camino de este año para la ACR «quiere descubrir a Jesús como presencia amiga en vuestra vida» y el slogan lo explica bien: «No hay juego sin Ti». Por ello, el santo padre ha explicado que «la Navidad es precisamente la fiesta de la presencia de Dios que viene en medio de nosotros para salvarnos». «¡El nacimiento de Jesús no es una fábula!», ha exclamado. Así, Francisco ha recordado que «la fe nos hace reconocer en aquel Niño, nacido de la Virgen María, al verdadero Hijo de Dios, que por amor a nosotros se ha hecho hombre».
A continuación, Francisco les ha explicado que «en el rostro del pequeño Jesús contemplamos el rostro de Dios, que no se revela en la fuerza, en el poder, sino en la debilidad y en la fragilidad de una recién nacido». Este Niño – ha proseguido el papa – «muestra la fidelidad y la ternura del amor sin límites con el que Dios rodea a cada uno de nosotros». Y es por esto que se hace fiesta en Navidad, «reviviendo la misma experiencia de los pastores de Belén», ha indicado el santo padre. Asimismo, el pontífice ha indicado que «junto a tantos padres y madres que trabajan duro cada día afrontando sacrificios; junto a los pequeños, a los enfermos, a los pobres, hacemos fiesta».
En la conclusión del discurso, el santo padre ha recordado a los niños que Jesús les quiere mucho, que quiere ser su amigo. Les ha preguntado si estaban convencidos de ello y que si es así «seguramente sabran transmitir la alegría de esta amistad por todas partes: en casa, en la parroquia, en la escuela, con los amigos».
El santo padre también les ha preguntado :»¿y con los enemigos, con los que no les quieren? ¿Qué se debe hacer? ¿Quién me lo sabe decir? ¿Qué se debe hacer? ¿Hacer la guerra? Fuerte, fuerte. Eso es: ¡rezar por ellos! Para estar cerca de Jesús, ser buenos con ellos».
El santo padre les ha señalado que de este modo sabrán testimoniar a Jesús, comportándose como verdaderos cristianos: «preparados a ayudar a quien lo necesita». El papa ha preguntado de nuevo a los niños: «¿y si el que no te quiere necesita ayuda, le darías una mano? ¿Eh, no estáis seguros, no? ¡Sí! Sin juzgar a los otros, sin hablar mal. Es feo la gente que habla mal de los otros. ¿Las murmuraciones son cristianas o no? ¡No! ¿Murmurar es una oración?… ¡No! Las murmuraciones son una cosa mala. Nunca se debe hacer. Y debemos comenzar desde ahora: nunca murmurar».
Finalmente, el santo padre se ha despedido y ha deseado a los niños «buen camino, siempre unidos a Jesús. Les confío a la Virgen. Les bendigo junto a los familiares, educadores, asistentes y todos los amigos de Acción Católica. ¡Niños, feliz Navidad y recen por mí!»