El santo padre ha presidido en la noche del 24 de diciembre en la basílica de San Pedro la que ha sido la primera Misa del Gallo de su pontificado y que al menos 65 televisiones han seguido en directo. La celebración en el Vaticano ha comenzado a las 21.30 y fue abierta por el canto de la Calenda. Este canto de anuncio festivo de la Navidad, es un rito heredado de la antigua liturgia romana. Se hace al comienzo de la Misa del Gallo o de la del día de Navidad y sirve para anunciar el nacimiento de Niño Jesús. Fue muy popular sobre todo en la Edad Media, donde se interpretaba con música gregoriana.
Al finalizar la Calenda, ha iniciado la procesión de ingreso. En el canto del Gloria, han sonado las campanas de la basílica acompañadas del órgano.
En ese momento el papa Francisco ha bajado a las puertas de la Confesión para colocar la imagen del Niño en el pesebre situado en el tradicional trono.
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Al finalizar la celebración eucarística el pontíficeha tomado en sus manos la imagen del Niño Jesús y la ha llevadoen procesión hasta el Belén de la basílica, una escena nueva en la Noche de Navidad en el Vaticano. Mientras, el santo padre ha ido acompañado de 10 niños en representación de los cinco continentes que han depositado una ofrenda floral delante del Niño.
La solemne misa en latín concluyó con el canto del ‘Adesdes Fideles’, entonado por el Coro Pontificio de la Capilla Sixtina, que cantó durante la celebración, con la participación de algunas intervenciones de instrumentos de viento.
Durante la oración de los fieles, se ha rezado en particular por los perseguidos a causa de la fe para que puedan recibir “fuerza de la Encarnación del Verbo de Dios que dona salvación de los enemigos”.
Mañana, día de Navidad, a las 12.00, el santo padre se asomará a la Loggia central de la basílica para el tradicional mensaje navideño a los fieles presentes en la plaza y a los que lo escuchen a través de la radio y la televisión, impartiendo al final la Bendición Apostólica “Urbi et Orbi”.