El medio Portaluz.org publicó el 4 de abril una entrevista titulada “Mons. Goic nombra exorcista en su diócesis. Primero, formalmente designado, que se conoce en Chile”, con una entrevista al sacerdote Luis Escobar Torrealba, que realiza su labor pastoral en la diócesis de Rancahua.
La noticia llegó en seguida a los títulos de los medios de comunicación no solamente chilenos y con títulos como ‘Actividad demoníaca se incrementa en Chile, asegura exorcista’, al punto de llevar al departamento de Comunicaciones del Obispado de Rancagua a redactar una nota aclaratoria.
«A propósito de consultas periodísticas recibidas en el Obispado de Rancagua, es necesario precisar que los obispos tienen la facultad de nombrar a un presbítero para realizar exorcismos, tanto para casos particulares que se requieran como para hacerlo de un modo más general y permanente. En la situación particular a la que se refieren publicaciones recientes, se trata de una licencia concedida por el Obispo de Rancagua para solicitudes particulares que se recibieron».
El comunicado de la diócesis pide que «por lo delicado de este tema, y por respeto a las personas que sufren a consecuencia de este tipo de situaciones, rogamos a la comunidad no trivializarlas ni atribuirles una relevancia ajena a la propia. Por esa misma razón, la Iglesia cuida abordarlas con la máxima prudencia».
Y le sugieren a quienes quieran conocer más sobre el tema «profundizar en: Código Derecho Canónico canon 1172; Presentación al nuevo rito de los exorcismos, disponible en la página web del Vaticano. Además quien conoce el tema sabe que los sacerdotes con autorización para realizar exorcismos son muchos y todos ellos realizan su labor con la debida discreción, haciendo tanto bien a personas que realmente lo necesitan».
El artículo de la revista Portaluz precisa que «mediante decreto n° 66 que ha sido difundido esta semana por la revista diocesana Rumbos, Monseñor Alejandro Goic, obispo de la diócesis de Rancagua (Chile) y Vicepresidente del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile ha designado formalmente al sacerdote Luis Escobar Torrealba como exorcista de la diócesis de la Santa Cruz de Rancagua».
El artículo señala que «el nombramiento es un hecho histórico por ser el único exorcista formalmente designado que hoy se conoce en Chile». Añade que el padre Luis es un sacerdotes muy activo y con tantas actividades: «Párroco en la Parroquia Santísima Trinidad de su diócesis, gestor de proyectos educativos, capellán de cárceles y columnista habitual de periódico Portaluz» y que mantiene informado al obispo Goic y cuenta con su autorización para realizar exorcismos, con los cuales «ha colaborado a la liberación-sanación de decenas de personas que padecían por alguna acción del demonio».
El sacerdote en la entrevista de entrada pone en claro que «quien sana y libera es Cristo y la acción de la Iglesia manifiesta esta misericordia salvífica de Dios que dona y restituye al hombre su dignidad de hijo de Dios». Y recuerda que existen en su país quienes «hoy padecen junto a sus familias la acción extraordinaria del demonio en sus vidas y que en ausencia de sacerdotes formados y disponibles para este ministerio buscan solución a manos de inescrupulosos –chamanes, magos, tarotistas, adivinos, brujos y semejantes– que no sólo les expolian su dinero, sino que potencian el mal espiritual que les afecta».
El padre Luis interrogado por el medio esclarece que hay factores que favorecen la acción del demonio: «Cuando la gente se aleja de la fe o en este caso cuando una sociedad se descristianiza no sólo aumenta la superstición como ha ocurrido en Chile, sino que se crean las condiciones para el mal». Y precisa que solamente «después que han vivido tiempo vapuleados por la acción extraordinaria del demonio –ya sea como posesión, vejación, opresión, infestación– entienden que han de retornar al Señor».
«Dios también se vale de este tipo de situaciones –precisa el sacerdote– para que quienes no creen abran sus ojos, tengan fe y se esfuercen para no volver al pecado. El demonio existe y actúa, pero el triunfo es de Dios».
Señala también factores que favorecen el mal, como «la falta de fe» o la seducción «de la ideología de género entre otros factores, que rechaza los valores cristianos como la vida, el matrimonio, la familia, los hijos. Una educación cada vez más laica, relativista, donde se promueve una moral particular que alienta al hacer cada uno lo que quiere. El aumento del consumo de drogas que destruye la vida de los jóvenes. El aumento de la violencia en familias, las calles, en nuestras ciudades».
Incluso señala algunos factores sociales, como «las desigualdades tremendas que genera un modelo económico que no mira el bien común, con sus falsos profetas (…) desde una ideología que no valora aspectos esenciales como la vida».
El sacerdote confirma que si bien es el único exorcista formalmente nombrado en Chile en otras diócesis hay sacerdotes que exorcizan Ad Casum, es decir que intervienen de acuerdo a la necesidad pidiendo la autorización de su obispo. Y así el padre Luis lo hizo por ocho años, pidiendo «el auxilio de la Santísima Virgen María para comprender, investigar, leer, asistir a congresos fuera del país porque en Chile no había nada para poder tener mayor claridad de cómo actuar en estos casos» y luego el obispo «autorizó a realizar exorcismos Ad Casum…».
El párroco de Rancagua en la entrevista indica que la designación oficial de exorcista, busca facilitar el servicio pastoral, aunque siempre exige realizar el discernimiento previo, entrevistas, diagnósticos, antes de realizar el rito de un exorcismo solemne.
Y el sacerdote concluye que «quien tiene este mandato de su obispo debe siempre ser obediente y tener también conciencia de sus propios pecados confesándose regularmente, porque el diablo no nos va a dejar tranquilos en ningún momento, yo puedo dar testimonio de eso».
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