El portavoz de la Santa Sede en la época de Juan Pablo II, Joaquín Navarro Valls, realizó esta mañana una breve conferencia para los periodistas, cientos de los cuales venidos desde el exterior para seguir la canonización de Juan XXIII y del Papa polaco.
Interrogado por ZENIT sobre cómo vivió Juan Pablo II la cuestión de los abusos sexuales cometidos por clérigos en la Iglesia, y si el Papa polaco había entendido en un primer momento la enormidad del problema, aseguró: “Yo creo que él no lo había entendido, como no lo había entendido nadie. Si usted se acuerda, este cáncer comenzó en un área geográfica limitada, en Estados Unidos, con casos limitados. Y casos sucedidos 20 o treinta años antes, lo que de todos modos no hacía el problema menos grave”.
Recordó que las denuncias “poco a poco fueron creciendo, el Papa se preocupó mucho, porque para él era difícil entender el problema debido a la pureza de su pensamiento. Aceptar esa realidad era algo como increíble, si bien la aceptó”.
Y naturalmente “él inició enseguida a tomar decisiones. Él llamó a Roma a todos los cardenales estadounidenses, porque no podía traer a todos los obispos visto la cantidad que eran, y todos los cardenales vinieron y en esas reuniones se comenzó a hablar de los casos que en esos años comenzaban a aparecer y comenzó inmediatamente a tomar decisiones, que eran de naturaleza jurídica”.
“Una de las decisiones importantes -quiso precisar el ex portavoz de la Santa Sede- y que ayudó fue dar plenos poderes, de acuerdo con la ley eclesiástica o fuera de la vigente ley eclesiástica, al dicasterio de la Doctrina de la Fe, al cardenal Ratzinger. Así comenzó un proceso de clarificación para entender qué hacer”.
Siempre sobre el tema se refirió al caso del sacerdote mexicano Maciel, fundador de la Legión de Cristo: “Me han preguntado inevitablemente en estos días sobre un caso concreto. El caso del padre Maciel. No digo que es el más grave porque no entro a evaluar algo que no me compete”.
Precisó que “el procedimiento canónico inició durante el pontificado de Juan Pablo II. Ese procedimiento concluyó en el primer año de Benedicto XVI y fui yo en esta sala al día siguiente a dar los resultados de dicha investigación”.
Siempre sobe el caso Maciel, la periodista Valentina Alazraki, indicó que en México ponen el caso como una mancha en el proceso. Y preguntó ¿Estaba informado, decidió que iniciara el proceso?
Sobre el resultado del proceso, Navarro Valls dijo que Juan Pablo II “no fue informado por que cuando murió no había terminado el procedimiento. El procedimiento si queremos, es decisión de la Congregación de la Doctrina de la Fe. Pero el primer paso fue enviar a Mons. Cicluna a Estados Unidos para que hable con todas las personas que dijeron ser víctimas de este problema. Esto sucedió durante el pontificado de Juan Pablo II: naturalmente él estuvo informado por esta persona”.
“Certificar un proceso de estas dimensiones -precisó el médico español- referido a tantas personas, incluso una en Barcelona, en México, etc. y todo esto llevó tiempo. Y cuando todo el material traído por Cicluna fue evaluado y se llegó a la conclusión, Juan Pablo II ya había fallecido”.
A este punto fue el cónclave “y los primeros días después, no recuerdo exactamente la fecha, le dije al papa Benedicto: ‘Santo Padre está esto, un caso muy triste y hay que darlo a la opinión pública”.
Y el portavoz emérito le indicó a los presentes: “El Papa no reflexionó mucho, me hizo sólo dos o tres preguntas. El problema era cómo y cuándo informar a la opinión pública. Y me dijo ‘mañana’, y el día después lo hice. Esos son efectivamente los tiempos históricos de este proceso. Juan Pablo II murió cuando el proceso estaba aún en curso, o sea no tenía el resultado de estos datos pero sabía que había iniciado una investigación, un profundizar, durante su pontificado”.